José Luis Pérez

Culiacán, Sin.- Para la Auditora Superior del Estado, Emma Guadalupe Félix Rivera, su propio trabajo y sus conocimientos son la seguridad de mantenerse en su cargo a pesar de que la próxima Legislatura tendrá una composición mayoritaria de Morena y sus partidos aliados, quienes han mantenido críticas severas al desempeño de dicho órgano de fiscalización.
Dijo que no tiene una preocupación como tal, ni por esa situación ni porque llegue un Ejecutivo Estatal emanado de esas mismas fuerzas políticas. Señaló que le inquietaría no saber qué resultados son los que va a entregar, o que no se cumpliera con la entrega de las cuentas públicas, por ello se dijo siempre abierta a mejorar los procesos para hacer un trabajo de primer mundo.
Cabe recordar que Félix Rivera asumió el cargo de titular de la ASE el 14 de marzo del 2017, en su momento apoyada por 38 votos a favor y una abstención, para un periodo de siete años el cual vence en el 2024. De acuerdo con la ley en la materia, podría ser nombrada nuevamente para un período más, por una sola vez.
“Yo soy una persona de trabajo, yo voy a la Auditoría a trabajar porque me gusta, porque sé lo que estoy haciendo, estoy consciente de lo que estoy haciendo y aparte porque necesito trabajar, como todos ustedes. Entonces trabajaré así sea en la Auditoría o en algún otro proyecto, no puedo decirles, no. Mi seguridad no es un cambio de Legislatura, el cambio de la administración, es mi trabajo”, mencionó.
El marco normativo contempla que pueda ser removida con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Legislatura del Congreso del Estado, por causas graves como incumplir la obligación de determinar los daños y perjuicios, y de fincar las indemnizaciones y sanciones resarcitorias, sustraer, destruir o utilizar indebidamente la documentación e información que por razón de su cargo tenga a su cuidado o custodia.
Asimismo, incumplir injustificadamente con el programa anual de auditorías, visitas e inspecciones; aceptar la injerencia de los partidos políticos en el ejercicio de sus funciones y de estas circunstancias, conducirse con parcialidad en la revisión de las cuentas públicas y en los procedimientos de fiscalización e imposición de sanciones, así como obtener una evaluación no satisfactoria en la comparecencia ante la Comisión de Fiscalización o del pleno del Congreso.