Reinventando la Política

Siempre hemos comentado en este espacio que Morena es como una naranja, es un solo elemento pero al quitarle la cáscara te das cuenta que son muchos gajos: es un solo movimiento, pero con muchas expresiones al interior, las cuales chocan entre sí, pero aún así chocando van moviendo a su expresión política y con un presidente evangelista que pontifica a diario, dando la homilía día a día, así el movimiento tiene dirección, aunque se metan el pie entre sí, saben a dónde ir.
Por eso, vemos a un alcalde diciendo que un diputado de su partido que tiene deuda de predial y no es cualquier deuda, vemos a alcalde queriéndole dictar agenda pública al Gobernador y vemos a un ejecutivo estatal yendo hacia adelante y haciendo a un lado las quejas y los exabruptos de los alcaldes, no sabemos si por el ejercicio de gobierno de día a día, se diluyen las quejas o porque se las va a guardar para más delante y con eso ¡aguas!
Y es que en el movimiento de Morena la disciplina férrea no se da tanto, salvo que el “Jefe Máximo” dé una instrucción ahí todos a sus bases y a cuadrarse, pero mientras eso no pase, las corrientes y los grupos se dan con todo con tal de ganar espacios de influencia dentro del movimiento.
Ahora bien, Morena, también parece una familia, en las que a la hora de comer se dicen de todo y después comen, para seguirse diciendo de todo y el jefe de la familia, al parecer, los deja correr, para ver quién se resbala o comete un error y quién se va de la casa a buscar la vida fuera de ese hogar.
Hay de todo en la familia, los bien portados que quieren que los voltee a ver, los que ni hieden, ni apestan, los que se pelean todos los días con papá y mamá con tal de que les reconozcan que son los mejores, los que callados aceptan todo y los que hacen caso a todo, sin darse cuenta la casa se sigue ampliando, empiezan a llegar nuevos “abonados” y la casa sigue creciendo y siguen, hasta que empiezan las responsabilidades para cada miembro de la familia.
Ahí el padre de familia, empieza a repartir obligaciones y cuando las obligaciones no se cumplen empieza a haber problemas y a buscar cómo se soluciona lo más rápido.
Los hijos podrán discrepar con el padre, mas no faltarle al respeto, porque ahí la conversación se transforma y siempre los padres o los que mandan, tienen como principal característica tener la mano pesada, ¿si no para qué es el poder?
Para los Romanos la figura de “Pater de Familia” era una figura sagrada en su ley, porque era la tradición, así, en la cultura política de nuestro país el “jefe máximo” es una figura que al interior de su partido se le respeta, mas no hay que cansarlo por muy amigo que sea.
Morena es como una familia. ¡Se dan con todo! Y al rato andarán como si nada, juntos pidiendo el voto… pero así es esta nueva forma de caminar y andar en la política.
Y como todo… en las familias hay veces que hay problemas con las herencias y en los movimientos con los destapes… Y tanto en las herencias, como en los destapes, como en el desarrollo de un Gobierno, la disciplina hace la diferencia, si no hay, todo se desborda, podrá haber gobierno, pero el pleito por la herencia y en el destape, ¡ahí se pierde todo!