Ernesto Gutiérrez
Culiacán, Sin.- Los estragos de la pandemia generaron el cierre de más de 3 mil 800 negocios en Culiacán, sin embargo, en la adversidad hay empresas que han florecido. Tal es el caso de la familia Ocaranza Fajardo, quienes fundaron su negocio de venta de refacciones y accesorios para motocicletas.
Con el inicio del confinamiento, los servicios a domicilio se volvieron vitales y es ahí donde María Fajardo y Damián Ocaranza, vieron un área de oportunidad para establecer su negocio. Fundaron su propio taller de servicios preventivos y de mantenimiento a motos, en donde además venden refacciones y accesorios de trabajo, viaje, protección y personalización para bikers.
“Se viene la pandemia y hay un incremento en repartidores y usuarios de motocicletas. Detectamos la necesidad de surtir a ese mercado y debido a la inestabilidad laboral, nos atrevimos ahora a emprender. Apostamos a que es una necesidad hoy en día de transporte, que además va en aumento y que son muchas las personas que lo adoptan ya como su vehículo diario”, relató.
A escasos meses de haber nacido Melina, su primera hija, el temor al fracaso se intensificó pero a pesar de todo decidieron emprender. Su hija ha sido la inspiración para no dejarse vencer y a base de esfuerzo y sacrificio han podido consolidar Iron Bikers, una pequeña empresa ubicada por la Avenida Revolución #355, en la Colonia Miguel Hidalgo.
“Viene con torta bajo el brazo, entonces, también ella es nuestro principal motor y lo que nos motiva a salir adelante y echarle muchas ganas en el negocio. Verla a ella y saber que con este negocio probablemente le vamos a poder dar una mejor calidad de vida”, aseguró.
La familia se ha sumergido por completo en el mundo del motociclismo. También son parte del Motoclub Templarios Culiacán, en el que se promueve el uso de este medio de transporte de manera recreativa.