Culiacán, Sin.- Como cada 3 de mayo, la colonia Centro Sinaloa se volvió sede de uno de los festejos más peculiares en México, esta fecha se celebra el aniversario luctuoso de Jesús Malverde Campos, “El Bandido Generoso“, originario del estado de Sinaloa pero venerado en gran parte del territorio nacional.
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Rosarios, veladoras, imágenes en escapularios, fotos, mantas y estatuillas de Jesús Malverde eran la atracción principal durante este día; también se podían apreciar notas escritas, con peticiones especiales para el santito pues, aunque existe la creencia de que sólo quienes se sirven con sus intereses a organizaciones criminales, la realidad es que son muchas las personas que adoran la historia de este personaje legendario.
Desde muy temprano, la música de banda proveía de notas de viento que involuntariamente provocaban que cada uno de los asistentes a la capilla del ‘santo de los mafiosos’ se movieran al mismo tiempo, fue un día de festejo y no podía ser diferente.
Los comerciantes locales hacían su ‘agosto’ con la venta de distintos artículos con la imagen de Malverde, quien a pesar de que la historia dicta que fue un ladrón, su leyenda ha trascendido por generaciones y hoy en día es considerado, por algunos, como un santo.
Corridos con apología a miembros del crimen organizado como ‘Lamberto Quintero’ , ‘el ratón’ y ‘el señor de la montaña’ que aunque no hay coinsidencia en época con la de el bandido generoso, se repitieron incontables ocasiones en las afueras de la capilla de Malverde, en donde asistentes, locales y foráneos iban y venían.
Personas originarias de estados como Nayarit, CDMX, Estado de México, Sonora, Chihuahua, Jalisco, Baja California y Baja California Sur, Nuevo León y algunas otras que tienen sus raíces en suelo mexicano pero en la actualidad radican en los Estados Unidos no dejaban pasar la oportunidad de tener un registro fotográfico o de video de la fiesta en que se había convertido el evento.
Aún y cuando no existe algún documento que avale el origen de esta figura, existe la leyenda de que su nombre real era Jesús Juárez Mora, quien vivió una infancia en una familia de escasos recursos y tras perder a sus padres, el hombre de 39 años de edad empezó a atracar a los hacendados, y todo lo que robaba, lo distribuía entre los más necesitados.
Extraoficialmente, así es que surgió la historia de quien hasta estos días y tras el paso de los años, se ha convertido en una figura religiosa para muchos y año tras año logra congregar a un impresionante número de visitantes, locales y de otros estados.
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