Culiacán, Sin.- El alcalde desaforado de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, fue puesto ante el juez, para atender el proceso en su contra, por los delitos de Abuso de Autoridad y de Discriminación, durante la audiencia inicial celebrada este jueves 23 de junio en la sede regional de Justicia Penal Acusatoria, zona centro.
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Estrada Ferreiro en todo momento se reservó su derecho a declarar. Estuvo sentando escuchando atento lo que se relataba en audiencia.
Durante la audiencia, los representantes de la Fiscalía General del Estado relataron las denuncias de 48 mujeres, y un varón, todos ellos integrantes del colectivo Viudas de Policías Caídos A.C., en donde expusieron los atropellos que, presuntamente, Jesús Estrada Ferreiro, a frente de la administración municipal, cometió en su contra en repetidas ocasiones. Algunas de las esposas de policías caídos en cumplimento de su deber estuvieron en la audiencia.
Alegaron que el expresidente, utilizó comentarios despectivos en su contra para hacerles saber que desde su administración, no se contaba con recursos para poder solventar los gastos, sin embargo, aseguran que nunca recibieron un buen trato por quien en ese entonces, era el presidente municipal.
La defensa de Estrada Ferreiro solicitó duplicidad de término para continuar con la audiencia inicial, solicitud que fue concedida por el juez, quien la reprogramó para continuarla el próximo martes 28 de junio.
Previo a la conclusión de la audiencia, el juez Salazar Gastélum permitió una vez más, usar la voz para pedir alguna situación pendiente, a lo que los representantes de Fiscalía, hicieron la solicitud, para que el expresidente acudiera a firmar ante un juez u otra autoridad competente cada 15 días, para que con ello quedara garantizado que no había salido del estado o del país, sin previa autorización, sin embargo el juzgador consideró que no había los argumentos necesarios para conceder esas solicitudes y finalmente fueron rechazadas.
La única petición que sí tuvo trascendencia, fue para que Jesús Estrada Ferreiro, no tuviera contacto por ningún medio, ya fuera de convivencia personal o a través de llamadas, mensajes o uso de cualquier red social, con las personas que se dicen víctimas en este particular, y tampoco podrá dirigirse directamente a alguna de ellas, si es que realiza alguna declaración a medios de comunicación o mediante redes sociales.
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