Guasave, Sin.- Daniela, una mujer que viajaba en el autobús de pasajeros rumbo a la ciudad de Tijuana junto a sus dos hijos Eddy Humberto y Jesús Alberto, de cinco y ocho años y su mamá Elvia, jamás pensó sufrir este accidente en la sindicatura de El Burrión.
La mujer, quien viajaba en el asiento 32 ubicado la parte trasera del camión, dijo que ella y su familia iban concentrados en las pantallas y con los audífonos puestos, cuando escucharon el ruido se dieron cuenta de lo que estaba pasando y solo vieron un “polvaderón” y que el camión circulaba en sentido contrario.
La fémina destacó que al sentir el segundo golpe ya tenían personas queriéndolos sacar.
“En la ventana donde estábamos nos dijeron que nos hiciéramos al otro lado o nos agacháramos porque iban a reventar el vidrio para poder bajarnos porque la parte de en frente estaba prensada, todo fue muy rápido, en cuanto se paró el camión ya había gente golpeando el vidrio y poniendo escaleras para bajarnos”, expresó.
Daniela sufrió un leve golpe en la frente, pero al ver a unos de sus hijos llorando del susto tuvo desesperación.
Al interior del camión toda la gente estaba gritando y con sangre, incluso su mamá fue llevada a un hospital para que le realizaran exámenes en su mano. Vivieron para contarla.
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