Culiacán, Sin.- De mirada fija y con voz que inspira confianza, con un semblante sobrio, y seguro de su responsabilidad al momento de exponer lo que está por ocurrir, esa seguridad que solamente se logra a base de experiencia, así fue que compartió algunos de sus conocimientos el ingeniero Rafael Sanz Ramos, una verdadera institución en el tema del agua y pieza fundamental para la generación de las precipitaciones de los últimos años en tierra sinaloense.
Tal y como lo cuenta la leyenda del Dios Tlaloc, (Dios Mexica de la Lluvia y el Relámpago), conocido por su facultad para dominar las precipitaciones a voluntad, el ‘inge’ Sanz, emprende el vuelo, y literalmente se adentra a las nubes; gracias a las nuevas tecnologías y a sus conocimientos, lleva a cabo el Programa de Estimulación de Lluvias en Sinaloa.
Durante el vuelo, el experto daba detalles, simples y entendibles del proceso que se desarrollaba en el cielo de Sinaloa, y al igual que la deidad azteca, era cuestión de minutos, después del recorrido, para que las nubes se despojaran del cúmulo de agua y nos envíen vida, nos regalen ese aroma a tierra mojada, que hasta nos permite sacar postales fotográficas y admirar la belleza de las primeras lluvias de la temporada.
El equipo de Los Noticieristas, fue testigo vivo de la magia, (como se le conocía a la tecnología en épocas pasadas) pues el recorrido a más de 4 mil pies de altura, obligaba a su retorno por la misma zona, donde se encontraban con la majestuosidad de las lluvias, encargadas de proveer de bonanza a los agricultores, a los ganaderos, las presas, los valles, ríos, lagos y lagunas que, lastimosamente, estuvieron pasando por momentos complicados en los últimos meses.
Durante el transcurso del vuelo, de duración aproximada de un par de horas, el experimentado ingeniero Sanz, daba detalles del trabajo, explicando que sólo bastaba de 20 minutos para que el Yoduro de Plata, que es el reactivo con el que se ‘bombardean’ las nubes, hiciera lo suyo y provocara las lluvias y en ocasiones hasta granizadas. Bendita tecnología para hacer llover y proveer de agua para el consumo humano y para el campo sinaloense.
“Durante el sobrevuelo en la parte del polígono que ya tenemos previamente marcado dentro del estado. Nuestro primer punto fue hacia el suroeste de Culiacán”, comentó.
Fue apenas el tercer vuelo de la temporada, a cargo José Ignacio Iñigo, Capitán Piloto Aviador, turbocomander 6-90, sin embargo, el trayecto comprendió desde su salida, en el Hangar de Gobierno ubicado en el Aeropuerto Internacional de Culiacán, hacia el suroeste, a unos 60 kilómetros, pero las condiciones climatológicas obligaron un cambio de ruta, llegando hasta el municipio de Choix, en la región del llamado ‘triángulo dorado’, donde se estuvieron estimulando las bandas nubosas y lograr que el vital líquido llegue a todos los rincones del estado.
“En este caso se nos adelantó la naturaleza y estaba lloviendo, seguimos con ese rumbo norte y llegamos hasta los límites con la presa Bacurato, y posteriormente seguimos con los límites de Choix. Llegamos de hecho hasta la presa Huites donde también encontramos condiciones para seguir con el bombardeo”, explicó.
Los poderes que tenía el Dios Tlaloc en épocas prehispánicas, las vemos reflejadas en tiempos contemporáneos, obviamente, con ayuda de la tecnología, sin embargo, el conocimiento, la experiencia y la precisión con la que actúa Rafael Sanz Ramos, permiten la comparación con la deidad mexica, pues con voluntad y por la necesidad de tener agua para subsistir, el ‘inge’ y su equipo, al igual que Tlaloc, se encargan de provocar lluvias en abundancia.