Ernesto Gutiérrez
Culiacán, Sin.- En el corazón de Culiacán hay un pequeño rincón para los turistas. En este se venden recuerdos que van desde playeras, gorras, carteras, llaveros, postales, tazas, tequileros y artesanías personalizadas.
El negocio nació en 1977. Una familia inició vendiendo artículos de acero inoxidable que ellos mismos grababan, pero a principio de los 80´s, Ángel García, hijo de los fundadores, tuvo la idea de iniciar con la venta de suvenires.
“Desde 1977 vendemos recuerdos de Culiacán, aquí en el mero centro de la ciudad. Tenemos tazas, tequileros, postales, plumas, llaveros de todo tipo y a todos se les graba el nombre. En la piel es pirograbado a mano y en metal es también grabado a mano, todo es artesanalmente hecho”, expresó.
Los primeros meses de la pandemia el flujo de turistas se detuvo por completo, sin embargo poco a poco se fueron reanudando los viajes, y con esto la venta de recuerdos. Sobre todo de aquellos culiacanenses que regresan a casa y de quienes quieren llevar un recuerdo a sus seres queridos que viven en otros estados o en el extranjero.
“Fueron meses difíciles. Ya estamos otra vez, gracias a Dios, trabajando con muchas ganas. Hay otras personas que también lo hacen, en el Mercadito también, en el aeropuerto pero nosotros como que nos dedicamos más a esto, nos enfocamos más a esto”.
De esta manera, esta familia culiacanense se gana la vida vendiendo recuerdos de su tierra querida.