Reinventando la Política
¿Estamos viendo los prolegómenos del 2024?
¿Ríos de dinero para preservar el poder?
¿Ríos de dinero para la preservación de la clase gobernante actual?
El desplazamiento del desfile del presidente, en torno a su obra y su gobierno, en medio de un operativo para destronar al INE y como respuesta a una marcha de ciudadanos y de la oposición para defender al árbitro electoral, nos dice que el 2024, el presidente, su gobierno y Morena, que es lo mismo que la 4T, van con todo y por todo, como dijera José José “Con todo y sin medida”.
Eso sí hay que ver una cosa muy preponderante en la marcha de ayer: hay una transmutación de la izquierda y del obradorismo, antes dichas expresiones políticas marchaban desde el pensamiento crítico y marchaban en tono contestatario, ahora la izquierda en el gobierno marchó bajo el imperativo moral de la sumisión.
Ayer la izquierda y el obradorismo marcharon en función de la obediencia.
La clase gobernante, alcaldes, gobernadores, diputados, obedecieron al presidente, la clase gobernante marchó en pos del presupuesto del 2023, gritaron arengas porque ahí viene Navidad, quieren pasar una feliz Nochebuena con un presupuesto decente que les permita la gobernabilidad en el siguiente año que empieza el proceso electoral en pos de la Presidencia de la República.
La marcha de ayer fue una marcha convocada desde el poder, en respuesta a una expresión social de un intento de cambiar las reglas del juego electoral.
En la Constitución se vale adorar y sentir devoción por un personaje, la libertad de culto lo permite, está en el artículo 24 constitucional, lo que no se vale es que la devoción se haga y se despliegue desde los recursos públicos.
La marcha duró más de 5 horas, en el centro los mercaderes vendían chamarras guindas, muy ad hoc a $550, hubo quienes las compraron y se pusieron ad hoc con el desfile del poder.
Ahora bien, ante tantos camiones y ríos de gentes, ¿de dónde salió el dinero para que el pueblo fuera a vitorear al poder encarnado en López Obrador?
Sí, hubo mucha gente que quería estar con su presidente. ¿Quién facilitó la movilización? ¿Estaremos viendo lo que vendrá en la elección presidencial de 2024?
Al final del discurso del presidente, el Zócalo no estaba lleno, la gente fue a ver sus cosas, en la República del subsidio en los momentos más álgidos el pueblo no sabe de lealtades.
Y algo es muy cierto, el presidente cerró la cortina y volvió a las calles. La sucesión forzó su origen.
Lo cierto es que López Obrador va a terminar su gobierno a marchas forzadas… literal.