Pronóstico Reservado
El oficio de ser periodista. En cualquier país, autoritario o democrático, un periodista sale de su casa a la calle a describir la realidad y es el canal por el cual la ciudadanía se entera de lo que pasa a su alrededor. El periodista y más de la nota roja es un explicador social y va día a día dibujando los trazos de lo que pasa en la ciudad entendiendo y asumiendo su responsabilidad.
Como dijo Umberto Eco: “Un periodista se mide también por la capacidad de hacer frente a los desmentidos, sobre todo si es un periódico que demuestra no tener miedo de meter las manos en la podredumbre”.
Reclamo Público. Las armas de todo gobierno democrático o autoritario, no deben apuntar a ningún ciudadano que no ha cometido ningún delito, en nuestra sociedad, nuestra conformación ante la ley ha sido que las armas en su mayoría las posean las instituciones legales para seguridad de todas las personas y ahora, que un policía apunte con su fusil a un periodista de nota roja, como pasó el sábado pasado con nuestro compañero de nota roja, Ernesto “El Pepis” Martínez, solamente refleja el grado de “barbarismo policial” que impera contra ciudadanos que hacen su labor de prensa. Lo que refleja una conducta salvaje. ¿Y que seguirá después?
Valor obliga. Es por ello, que nuestro compañero de la sección policiaca de Los Noticieristas, Ernesto Martínez “El Pepis“, acudió este lunes a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, en donde interpuso una queja formal, tras haber sido amenazado con un arma de fuego por un elemento del grupo elite de la Policía Estatal, el pasado sábado por la noche.
Disculpa con sabor amargo. El secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, ofreció una disculpa pública a nuestro compañero y más tarde tuvo un encuentro con él y otros colegas de la fuente, quienes por cierto rarificaron que ha habido excesos de sus elementos en repetidas ocasiones, pero esta ocasión sobrepasaron más límites y es necesario se siente un precedente.
El secretario se comprometió a no dejar impune el hecho, pero además a instaurar esquemas de trabajo más seguros para los periodistas de medios formales y evitar se repitan estos hechos. Esperemos no quede en promesa.
De verdad absoluta. Es aquella que no admite debates, son hechos que se aceptan, además es igual para todas las épocas de la historia y culturas. Que a un policía le apunte con su fusil a un periodista es una verdad y absolutamente es una barbaridad.
Al calor de su Semanera el gobernador Rubén Rocha Moya habló de la presunción de inocencia del agente, así como cuestionó el por qué creer solo en la palabra de nuestro compañero y por ello le tomamos la palabra, que se investigue de fondo y haya consecuencias. No es arrogancia periodística ni falta de humildad de nuestra parte, asumimos cualquier resultado en respaldo de nuestro compañero.
El pronóstico es reservado ¿o usted cómo la ve?