Reinventando la Política
El día de ayer estuvimos hablando de la lógica de los alcaldes al estar haciendo cambios en sus equipos de gobierno, en Ahome destaca un reagrupamiento del mismo equipo político del alcalde Gerardo Vargas, lo comenté como una decisión de hacer enroques en la administración con el fin estratégico de no perder posiciones de aquí al 2024 y ver que más posiciones le pueden arrancar al tablero político.
En Mocorito, hay cambios, el nuevo tesorero y el síndico procurador son hermanos, en esa lógica familiar es como se mueve esa comuna donde la alcaldesa es esposa del exalcalde saliente lo que nos dice que desde 2017 en Mocorito se sigue gobernando desde la misma alcoba. Con esa “lógica de familia” es como se reparte el gobierno, dijera el cómico “Pompín Iglesias”, ¡qué bonita familia!
Ya en Culiacán, hay una lógica de búsqueda de lealtad, en donde pareciera que hay un desplazamiento de grupos, expulsando a figuras de tales o cuales grupos con el único propósito de “empoderar” a personas afines y eso lo hace cualquier equipo que llega al poder, aunque hay formas y modos, aquí pareciera que la prisa es “empoderar” a leales a cierta corriente política, desplazando a actores políticos experimentados de grupos que en el corto o mediano plazo pudieran necesitar favores o mediaciones y, es que no se puede damnificar a alguien que en el futuro inmediato vas a necesitar.
En Mazatlán, allá hay prisa por dar resultados y por contrastar con la administración del hoy secretario de Turismo, Luis Guillermo Benítez, quien por cierto, todo parece indicar que tendrá que dejar el gabinete.
Lo cierto es que en 8 meses iniciará el proceso electoral presidencial y en los ayuntamientos se están reagrupando para fortalecerse y lograr obtener posiciones políticas y desde la administración empoderar los equipos políticos de cada localidad.
En Mocorito irán por seguir empoderándose entre las mismas familias, veremos si en Morena se lo siguen permitiendo y si la oposición está cruzada de brazos.
En Ahome van a jugar a ganar más espacios y ver hasta donde se pueden colar en el 2024.
En Culiacán, el nombramiento de gente leal obedece a que se pretende armar un equipo fuerte para tener una administración más eficiente y que no se acumulen problemas en la ciudad, pero ante la sensación de inseguridad que priva, los reacomodos con los últimos sucesos, se va a requerir una administración que prevea situaciones y que provea servicios públicos de calidad.
Y una de las cosas que debiera empezar a pensar en hacer el alcalde y su equipo es un protocolo de seguridad para la ciudadanía en caso de otro incidente como el jueves negro I y II, ya en la Secretaría de Educación Pública y Cultura están trabajando un protocolo para las escuelas. ¿Y por qué no el Ayuntamiento debería de pensar en cómo alertar a la gente? ¿Qué tiene que hacer para limpiarla lo más rápido posible? ¿Cuál va a ser la alarma que alerte de que empezó otro operativo criminal?
Por lo menos en Culiacán que es más de la tercera parte del listado nominal electoral en Sinaloa, esa porción electoral la gran parte tiene miedo, tiene una sensación de desconfianza. Por lo que deberían de empezar a trabajar en reestablecer un canal de comunicación con la ciudadanía y recuperar la normalidad de la ciudad.
Culiacán está viviendo días de miedo y el Ayuntamiento cambia funcionarios. ¿Qué sigue? Si en Culiacán se equivocan y la lógica de lealtad no alcanza, al tiempo la ciudadanía podría cobrarse la factura.
Por eso tienen que cuidar la plaza. Ya no hay margen de error. Con miedo y desconfianza en la ciudadanía la posibilidad de cometer errores se achica y si cometen errores los costos van a ser más enormes.
¿Y cómo se cuida la plaza? Mínimo, que pase el camión de la basura, que se instalen luminarias, que se limpie la ciudad, que las patrullas hagan rondines, que el alcalde comunique lo que hace, que no haya escándalos de abusos y excesos, que no se equivoquen en decisiones que cuesten vidas o recursos públicos, que no se cambie el orden de la ciudad. Mínimo estando en la base: trabajando a diario en la ciudad y que la gente te vea “chambear”.
Por lo pronto los alcaldes tienen que trabajar muy duro, para que sus equipos políticos lleguen con condición al 2024 y todavía falta.
El alcalde que se equivoque se la van a cobrar caro… y para no equivocarse tiene que estar pegado a la base, como viejo tendero:
No descuidar el changarro, porque si no te lo roban.