Reinventando la Política
Decía Bill Veeck -dueño de los Indios de Cleveland: “El beisbol es la única cosa ordenada en el mundo. Si tienes tres strikes, ni el mejor abogado te salva”.
La serie final de beisbol se jugará entre dos equipos de Sinaloa y son ambos son del norte: Guasave y Los Mochis.
Si comparamos a los equipos de los Algodoneros y los Cañeros con sus respectivos ayuntamientos y su forma de gobernar y aplicamos la frase del dueño de los Indios de Cleveland, podríamos decir que:
-El Cabildo de Guasave hace tiempo ya ponchó al alcalde Martín Ahumada y nomás vio pasar las rectas, ni siquiera abanicó. Lo han dejado con la carabina al hombro.
-En Ahome, la policía municipal ha cometido pifias y por más que el pitcheo de Gerardo Vargas, ya con los errores en “La Poli” ya se le han embasado algunos abusos.
Imagínense que los Algodoneros jugaran como juegan en política los regidores, ya me imagino a los jugadores sacando al manager Oscar Robles, al coach de banca: al gran Ramón Orantes, a Michel Enríquez y a Roberto Espinoza, coachs de bateo y pitcheo y ¡zaz! Ponen a sus familiares, además llega el juego y no se presentan.
Si Algodoneros juega como es su ayuntamiento, entonces los Cañeros ganarían en 4 juegos y por blanqueada. Pues bien, lo cierto, es que el humor social en el norte se va a potencializar, la gente en Los Mochis y Guasave estará expectante, los ánimos van a correr y es la primera vez que estos dos equipos se enfrentan en una serie final, esperemos que la policía en Los Mochis brinde la seguridad en el estadio y no meta en otro problema al alcalde.
Los estadios de beisbol en Sinaloa, es una sensible y muy aterradora auditoría para los políticos, ahí veremos en Guasave cómo le va a su alcalde y a sus regidores, si es que los presentan, igual en Los Mochis.
Tanto en Guasave como en Los Mochis, la raza, la afición no sólo es temible, es lapidaria, ahí sí el político no está en el ánimo, nadie los detiene para burlarse y soltar la rechifla.
Si en Argentina dicen que el estadio de Boca Juniors no vibra, sino que late junto con su afición, en Los Mochis o en Guasave cuando la raza chifla, el estadio se “pitorrea” del hombre de poder y ahí todo ese poder se vuelve pequeño, porque la arquitectura moral de esos Coliseos es mofarse de quien se mofa de su voluntad popular.
Vamos a estar muy pendientes si hay rechifla o no… pero eso sí, esta serie final ayudará en el norte a mejorar su humor social, ahora en política ¿vendrá el presidente a Sinaloa a ver la serie final?
¿Vendrá quien devolvió al beisbol a los Algodoneros de Guasave? Lo cierto es que si viene el presidente no va a faltar quien le cuente de los abusos de los regidores en la tierra de los Algodoneros de Guasave.
Porque beisbolísticamente hablando, ¿quién va a macanear al Cabildo guasavense? ¿Quién le va a poner un freno? Decía el gran Pedro “El Mago” Septién: “Los números son profetas que miran hacia atrás”, la profecía en el Ayuntamiento de Guasave es que será un desastre la administración, porque el beisbol, es como la misa y la política: muchos van, pero pocos le entienden.
Y recordar que las grandes tragedias empiezan con dos outs…
Ánimo, ya pronto se va a cantar el ¡Play Ball!