Reinventando la Política

Por alguna razón la caída de un policía o de una institución policial va de la mano con la caída de un régimen, esa forma de leyes no escritas que dan vida un estilo de ejercer un gobierno.
En los 80´s, el régimen del PRI posrevolucionario se terminó no sin antes, ver que cayó el super policía de los 70´s, Arturo Durazo Moreno mejor conocido como el “Negro Durazo” temible jefe policial del entonces Distrito Federal y quien tuviera la reputación de ser un implacable investigador, todo un sabueso, pero sus sombras, su forma de ejercer la brutalidad policial y la corrupción lo llevaron a ser encarcelado, también a mediados de esa década se desapareció a la Dirección Federal de Seguridad.
Años después de desaparecer a la DFS se caería al sistema en 1988 y empezaría el período neoliberal con más fuerza.
Posteriormente con Salinas de Gortari y su forma tan personal de gobernar, al final de su período caería el policía más rico del mundo, Guillermo González Calderoni que terminaría como testigo protegido para Estados Unidos.
Y debemos recordar que al entrar Ernesto Zedillo limpió la Policía Judicial Federal sacando a cientos de agentes de la corporación y dijo el mandatario en entrevista con Zabludovsky: prefiero a delincuentes en la calle pero que no porten charola, a delincuentes con charola. Diría el mandatario en el noticiero de la noche.
Con Zedillo iniciaría la Policía Federal Preventiva, teniendo como mando al Almirante Wilfrido Robledo Madrid, así se terminaría la mítica “Federal de Caminos” y comenzaría la PFP que tomaría la UNAM en aquellos años de huelga.
Fue la PFP que tomó Genaro García Luna con Vicente Fox y después haría una Secretaría de Seguridad con todo y bunker.
Ayer, que un jurado emitió un veredicto de “culpable” y faltaría la sentencia pareciera que terminó con García Luna el régimen “Prianista”, rápidamente empezaron a quemar con “leña verde” a los presidentes para quien sirvió García Luna, para enlazar el juicio de Nueva York con la marcha al INE.
Hubo una prisa despiadada por embonar el discurso de “narco estado” dictado por la corte de Nueva York con la lucha por la democracia y la marcha por el INE.
Y es que como dijo el gran Joaquín Cossío personificado en el papel del “El Cochiloco” en la película “El Infierno”: “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”. Una cosa es García Luna y otra cosa es mantener el juego democrático en el país.
Lo cierto que el actual régimen debería de poner mucha atención a las palabras de Anne Milgram directora de la DEA: “La condena de hoy de Genaro García Luna muestra claramente que la DEA (la Administración para el Control de Drogas de EU) no se detendrá ante nada para perseguir a los funcionarios políticos corruptos que participan en el tráfico de drogas y la violencia.
Pareciera premonitorio y a manera de advertencia lo que pudiese venir en las palabras de la directora de la DEA.
Sobre aviso no hay engaño y los americanos si algo tienen son intereses, no son amigos de nadie… por eso usan y tiran.
La sentencia de ayer fue determinante: Estados Unidos no perdona, veremos en la sentencia qué tan duros van a ser.
Con García Luna se fue un régimen y una forma de gobernar…
Pareciera que esa regla pertenece a México en todas sus épocas…