Reinventando la Política
El nuevo acuario todavía no se inaugura y ya se efectuó una fiesta de cumpleaños de un colaborador de dicho centro.
El acuario es una inversión público-privada, ¿qué decisión puede tomar el alcalde o el gobernador ante ese exceso? Pues no mucho, salvo hacer una declaración y juzgar, no se puede hacer nada, porque los hombres del capital son los que definen la forma en que se manejará el acuario y tiene que generar ganancias. Además tienen que crear mercancías para venderlas.
Por eso la fiesta de cumpleaños en el acuario fue una mercancía. Sí, una mercancía que se puede rentar el acuario y lo puedes pagar por unas monedas para tenerlo a tu disposición solamente unas horas.
No solamente hay tiburones en sus estanques, los que manejan el acuario son Tiburones y saben que perfectamente de “las entradas” no se vive. Por eso hay que rentar el acuario.
Por eso ante tanta inversión hay que vender “frivolidad”, por eso en Mazatlán los cumpleaños se venden y hay gente que pueden pagarlos.
Digamos que el acuario nuevo de Mazatlán también es un “Airbnb” de cumpleaños… Obvio te rentan el lugar para quienes puedan pagarlo.
Es la forma en como las personas suelen tener sus festejos de cumpleaños, es el grado de cultura y el tipo de sociedad que se tiene.
Sin duda Mazatlán se está abriendo al mundo, el Louvre en París se renta para eventos, pero solamente algunos espacios. No creo que la “party” se arme en el área donde está la “Victoria de Samotracia” o en “La Mona Lisa”.
El nuevo acuario también es un salón de fiestas.
Y esa es la lógica de negocio. En esta situación podemos ver perfectamente cómo el poder político está separado del poder económico.
Por eso el dinero público sirve para eso, para que el capital reproduzca sus inversiones. Por eso se puede observar perfectamente que el poder del capital está por encima del poder político… ¡Y con mucho!