Culiacán, Sin.- Los dos jóvenes ejecutados a balazos durante la madrugada de este lunes 3 de julio en la segunda planta de una residencia del sector Las Quintas, eran vecinos del fraccionamiento Los Huertos sector Loma de Rodriguera de acuerdo a los informes de las autoridades y de los familiares que acudieron a identificarlos de manera oficial.
Los datos precisan, que uno de los fallecidos fue identificado en el lugar del doble homicidio con el nombre de Misael, de aproximadamente 21 años de edad, quien era familiar directo de la propietaria del inmueble donde ocurrió el crimen, mientras que su acompañante se llamaba Jordi Josué, de entre 20 y 25 años de edad y a pesar de que el primero tenía algún tiempo residiendo en el lugar donde fue asesinado, eran vecinos del fraccionamiento Los Huertos.
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Los datos precisan que las víctimas fueron sorprendidas durante la madrugada de este lunes por un sujeto empistolado que presuntamente llegó hasta el domicilio y entró por la fuerza, para después de amenazar a una mujer, familiar de uno de los ahora fallecidos, luego se dirigió a la segunda planta donde encontró a los dos jóvenes en el interior de una recámara y sin mediar palabra le disparó en al menos cinco ocasiones con un arma corta calibre 9 milímetros.
Cometido el crimen, el asesino huyó de lugar con rumbo desconocido, mientras que la mujer dio aviso a las autoridades y cuerpos de emergencia, los cuales en un principio y alrededor de las 2:50 la madrugada llegaron a la esquina de el bulevar Miguel Hidalgo y avenida Indio de Guelatao de la colonia Miguel Hidalgo para atender el reporte, pero nadie salió a dar información de lo que había sucedido.
Posteriormente, luego de dar algunos recorridos en la zona y de ver que todo estaba en orden, los uniformados se retiraron del lugar, pero dos horas después los familiares volvieron a llamar al servicio de emergencia 911 para informar el lugar exacto donde estaba la vivienda donde había ocurrido el doble homicidio y en esta ocasión los preventivos lograron llegar hasta la vivienda.
Durante las investigaciones se pudo confirmar que las víctimas presentaban impactos de bala en el cráneo y en el tórax, una de ellas quedó boca arriba, a un costado de una cama de la habitación ya mencionada, mientras que el otro quedó a unos metros del primer cadáver, tirado sobre uno de sus costados y en el sitio se localizaron varios casquillos de arma corta, al parecer calibre nueve milímetros.
