Mazatlán, Sin.- La lluvia torrencial de la tarde de este viernes que se supone sería moderada de acuerdo con los pronósticos, terminó por volver ríos las calles del Centro de Mazatlán.
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El mercado José María Pino Suárez fue el refugio de muchos para guarecerse de las precipitaciones.
Muchos de ellos eran trabajadores que regresaban de cumplir su horario laboral, mientras otros eran turistas que se toparon con este panorama que arruinó los planes de pasar la tarde recorriendo el Centro Histórico.
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El agua llegó a cubrir la banqueta y solo unos pocos se atrevían a cruzar por el gran afluente en las vialidades al gigante de acero.
Hubo quienes sí se prepararon desde que vieron nublados en el cielo minutos antes, pero en su mayoría las personas iban desprevenidas.
Allí reinó el ingenio para cubrirse de la lluvia, usaron hasta bolsas plásticas, mientras que algunos, tales como los trabajadores de una carreta de tacos quitaron camisa, arremangaron el pantalón y anduvieron descalzos empujando varias cuadras sobre el agua su máquina laboral, siguiendo aquel dicho ‘uno como nada, las criaturas’, en este caso ‘uno como nada, la carreta’.
