Mazatlán, Sin.- El taller A qué Huele el Arte de María nace en Colombia, luego de que una estudiante invidente de nombre María quiso aprender a pintar y el profesor de artes plásticas, Leonel Baldovino, prometió enseñarla, sin saber el reto que esto representaría al no conocer ninguna técnica que pudiera utilizar la joven.
“Este proyecto viene de una necesidad de incluir a una chica que no participaba en la clase de educación artística y que estaba fuera, excluida, entonces esta chica nunca participaba, yo la conozco un día y digo que algún día voy a pintar con ella, le ofrezco ese servicio y resulta que pasan 3 años y me nombraron profesor en esa institución y la chica apenas oyó mi voz y me dijo usted me prometió que iba a pintar conmigo, entonces surge el problema de cómo pintar con María que no ve, yo se lo había dicho simplemente por alegrarle la vida, pero realmente no sabía cómo pintar con María”.
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El profesor contó que esa promesa se convirtió en una dificultad, al no conocer ninguna técnica para enseñar a jóvenes que no miran, ya que él solamente había impartido clases a personas sin problemas visuales, y se dio a la tarea de buscar una solución.
“Entonces me tocó estudiar neurociencia, todo el problema de papilas olfativas, cómo funcionaban y llegamos a una conclusión que a través del olor podemos pintar con María, lo que hicimos fue llevarle frutas a María y buscar una relación directa entre el olor de la fruta y el color, el coco es el blanco y debe saber a coco, debe oler a coco, si tu papila olfativa está enfocada en eso, cuando tengas el olor a coco tendrás el blanco”.
Al adoptar esa nueva manera de enseñar en esa escuela, los maestros de otras materias, también tuvieron que cambiar la forma de dar clases para que María conociera el mundo, comentó el profesor Baldovino.
“Los PEI (Proyecto Educativo Institucional) de las instituciones en Colombia tuvieron que ser cambiados, porque en mi colegio tuvo que ser cambiado porque María obligó a qué el profesor de geografía tuviera que hablar de olores, de los terrenos, del territorio, que los territorios huelen, el mar huele, sin querer puedo hablar de territorio, puede hablar de toda la geografía de mi país a través del olor, entonces el profe tuvo que cambiar”.
El profesor Baldovino dijo que en su institución no hay muchos jóvenes utilizando esta técnica porque en la escuela donde él da clases solamente se tienen 20 alumnos débiles visuales, pero de los pocos que se les da esta clase, algunos de ellos empezaron hacer otros oficios, como es el caso de María, que empezó a estudiar música, y de todo este trabajo surgió la frase “que soñar es posible” y eso lo motiva a seguir enseñando a todos sus estudiantes.
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