
Guasave, Sin.- Él estaba dormido cuando le llamaron para avisarle del camionazo que sufrió la unidad 502, que viajaba de Guadalajara a Los Mochis, a bordo de esta unidad venían cuatro integrantes de su familia, incluida su pequeña nieta Hanelly Katalina, de apenas 7 meses de edad.
En un reflejo casi inmediato Eleazar se fue hasta La Cruz de Elota, en chanclas porque lo que quería era encontrarse con su esposa Belém, su hija Laura, su nieta Katalina y su yerno Carlos.
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“Me hablaron y ya se imaginará, me fui con sandalias, nos fuimos a La Cruz de Elota, porque nos dijeron que ahí los habían llevado cuando llegamos a La Cruz de Elota nos dijeron que ya los habían trasladado para acá (a Culiacán) y nos regresamos otra vez para acá para Culiacán”.
Para salir de la unidad su yerno, Carlos, tuvo que romper un cristal, le dio con la pierna, con las manos y hasta con la cabeza “bendito Dios” logró salir, comparte aún consternado Eleazar.
Ahora Carlos está en casa, junto a su esposa y su pequeña de siete meses, a él le quedan moretones en el rostro, mucho dolor en las extremidades, pero sobre todo en el alma, tiene episodios de trauma ya que aún está viva la imagen de todo lo que sufrieron.
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“Mi yerno pues, él es el papá de mi nietecita, él se golpeó la mano, casi se fractura una pierna al intentar romper el vidrio, incluso le estuvo pegando con la cabeza, es una desesperación, porque se llenó el lugar de humo y trae el ojo dañado, trae morete en el ojo izquierdo, pero bendito Dios ahí están, no sé si ocupe ayuda psicológica, porque mi yerno sí se queda con la mirada perdida”, relata.
Las quemaduras de su hija, gracias a Dios, no fueron tan graves en cara y en la espalda, la valoraron en el Hospital General, le dieron curaciones y al día siguiente, el miércoles 31 de enero, le dijeron que podía salir del Hospital si quería, les dieron la opción de quedarse, pero por los gastos mejor se fueron a Guasave.
Hoy están en casa a la espera del propio Eleazar y por supuesto de su esposa Belém, quien sigue internada en Culiacán recuperándose de quemaduras en el rostro, espalda y manos.
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