Ciudad de México. – No solo si se práctica algún deporte y se quiere mejorar tanto en rendimiento como aportar proteínas al cuerpo, sino también debido a las recetas de las abuelitas que, para mejorar la concentración en la escuela, le ponían un huevo crudo al licuado de chocolate ¿Te tocó que te dieran uno a beber?
Seguramente se pensaba en años anteriores que ese toque “extra” de proteína mejoraría el rendimiento escolar sobre todo de los niños en nivel primaria, pero actualmente las formas de comer alimentos y bebidas con proteínas es de manera diferente.
Sí, los huevos son una fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales, incluyendo compuestos bioactivos como la luteína, zeaxantina. Estos nutrientes desempeñan funciones importantes en el cuerpo humano, como la protección de los ojos contra los daños de la luz, el metabolismo adecuado de los macronutrientes y el mantenimiento de la salud de la piel, el cabello y las uñas, pero en su versión también viene con algunos riesgos.
¿Cuáles son los riesgos de comer huevo crudo?
Uno de los principales riesgos asociados con el consumo de huevo crudo es la contaminación por la bacteria Salmonella.
Esta bacteria puede encontrarse en los huevos y, si se ingieren crudos o insuficientemente cocidos, puede provocar enfermedades como la salmonelosis.
¿Qué es la salmonelosis?
La salmonelosis es una infección bacteriana que afecta el tracto intestinal y, en ocasiones, el torrente sanguíneo. Es una de las enfermedades de transmisión alimentaria más comunes y extendidas, y cada año provoca decenas de millones de casos en todo el mundo.
Los síntomas de la salmonelosis incluyen fiebre, diarrea, vómitos y dolor abdominal, y pueden ser especialmente graves en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Para los deportistas, que suelen quieren una ingesta calórica más extenuante y someten a sus cuerpos a un estrés físico significativo, la exposición a Salmonella puede tener consecuencias más graves. Además, si se combinan huevos crudos con otros ingredientes como leche o frutas frescas en un licuado, es el cultivo perfecto para el crecimiento de bacterias, aumentando aún más el riesgo de contaminación.
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¡No podrás absorber la biotina!
Hay una proteína presente específicamente en la clara de huevo, se llama avidina, al consumirla sin cocerla, esta interfiere con la absorción de biotina en el tracto gastrointestinal.
La avidina tiene una alta afinidad por la biotina, lo que puede formar complejos con ella y prevenir su absorción adecuada en el intestino delgado.
Esta interacción entre la avidina y la biotina puede llevar a una deficiencia de biotina si se consume una cantidad significativa de huevos crudos de manera regular. Los síntomas de una deficiencia de biotina pueden incluir pérdida de cabello, erupciones cutáneas, conjuntivitis, síntomas neurológicos y debilidad muscular.
¿Qué puedes hacer entonces si quieres “un toque de proteína” en tus licuados?
No te preocupes, sí alternativas seguras y nutritivas para obtener los mismos beneficios nutricionales de los huevos sin correr el riesgo de contaminación por Salmonella o falta de absorción de biotina y es…¡CÓCELOS! sí, los huevos cocidos son una excelente opción, ya que conservan la mayoría de sus nutrientes y proteínas mientras eliminan el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.
Además, la temperatura de cocción desnaturaliza las proteínas necesarias para que el cuerpo pueda absorberlas de manera óptima. A parte de que existen muchas otras fuentes de proteínas y nutrientes que se pueden incorporar en licuados y comidas, como la proteína en polvo, la leche de almendras o la mantequilla de almendras.