Culiacán Sin.- Dice el refrán que “No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla” y finalmente, el pasado viernes 28 de junio se cumplió el plazo y se llegó la fecha para Javier Armenta, el joven padre de familia que desde hace años ha venido luchando contra el cáncer recibiendo un trasplante de médula; proceso quirúrgico que le ofrece una oportunidad de vida.
En sus redes sociales, Javier publicó:
“El viernes 28 de Junio se llegó el día 0 y fue realizado el trasplante de médula ósea. Les dejo una foto de ese día en el cual yo ya andaba agotado y con molestias por que días antes acabamos de recibir quimioterapias”.
Y es que desde hacía dos semanas antes, Javier, luego de superar diferentes adversidades, principalmente la económica, logró trasladarse a la ciudad de Monterrey, donde fue internado en el Hospital Universitario para someterse a un nuevo tratamiento consistente en un trasplante de médula, con el cual, se buscaba fortalecer sus sistema inmunológico y contrarrestar la enfermedad que ha padecido durante varios años.
Previo al trasplante, Javier debió someterse a diferentes estudios y quimioterapia para prácticamente esterilizar su cuerpo, permaneció aislado durante días para evitar cualquier infección que podría afectarlo e incluso causarle la pérdida de la vida y, una vez superado todo proceso, finalmente, el pasado viernes fue lo que Javier denomina, “El Día Cero”.
A través de sus redes sociales, Javier explica que:
“Muchas personas piensan que el trasplante de médula ósea es una operación, pero no es así, es más bien como una transfusión de sangre, pero más compleja que eso, por que te dan unas quimioterapias a altas dosis, lo cual hace que te salgan muchos malestares y tu recuperación sea de un largo tiempo y, pues, con esas quimioterapias te resetean todo, los hematólogos lo nombran como el día en que vuelves a nacer, ya se imaginarán lo fuerte que es, así que de aquí en adelante todos los 28 de Junio si Dios me permita estar aquí con ustedes, serán como mi segundo cumpleaños”.
Javier explica, que todo el proceso ha sido muy duro para él, pues pasar por todo el tratamiento derivado de quimioterapia, trasplante y encierro le han generado muchos malestares físicos, por lo que derivado de ello, le han ocasionado que no quiera ni agarrar el teléfono y solo quiera tratar de dormir para hacer que todo pase un poco más rápido, aunque cada día lo sienta eterno.
Finalmente, Javier hace una solicitud para quienes han seguido su historia de vida:
“Deseo estar en su oraciones, ya que los próximos días del trasplante son los días más difíciles y peligrosos de esto, ya que tus defensas bajan casi a 0, por lo cual, debemos estar alerta para tratar de evitar una infección o un sangrado, en lo que la médula pega y los niveles de la sangre empiezan a subir un poco, lo cual puede durar semanas en pegar”.
Javier agradece a quienes han estado al pendiente de su historia y, ofrece que en cuanto se sienta mejor, contestará todos los mensajes que ha recibido.
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