Los Mochis, Sin.- Mientras en el norte de Sinaloa, pescadores ribereños echaron andar en el primer minuto de este 1 de julio sus pangas, armados con sus trampas para iniciar la nueva temporada de capturas de jaiba macho, en el centro del estado prefirieron autovedarse por 10 días más para obtener esta especie junto con la hembra.
José Alfonso Chaparro Bojórquez, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras Siglo XXI, indicó que la cuestión económica y las necesidades de sus compañeros los impulsó a emprender labores desde ya, aunque no cuentan con los primeros reportes de como es el comportamiento de los volúmenes de capturas, donde esperan puedan ser positivas y venderse bien.
“Ahorita ya andan los compañeros en las capturas, ahorita no tengo referencias todavía de producción, pero esperamos que sea buena, cuando menos ya tenemos el inicio, hubiera sido muy conveniente que la pesca conjunta de hembra y macho, pero bueno son situaciones que recomiendan los investigadores, pues cuando menos de los compañeros que pescan en el municipio de Ahome prácticamente todos inician ahora, y pues esperamos que unas mil 500 a mil 600 embarcaciones se hacen a la captura”.
En tanto, Leonel Sánchez Cota, presidente de la Federación de Cooperativas Pesquera del Norte de Sinaloa, Sur de Sonora, apuntó que tuvieron referencias que los hombres del mar en el centro de la entidad, determinaron mejor aguantar más días, en espera de que cuando emprenden las capturas, los volúmenes realmente sean redituables en los primeros viajes.
“Lo que sí sé es que allá en la zona centro se autovedaron para sacar hembras y machos hasta el día 10, aquí habían pensado que iban a empezar con los machos, que están chicas allá en el centro, ¿Y de acuerdo con los monitoreos acá en la zona norte, cuál había sido el reporte? me dicen los compañeros de Topo que hay poca jaiba”.
Ambos dirigentes pesqueros confiaron que al tener claro el inicio la temporada de capturas de jaiba, se abre una nueva esperanza para reactivar la economía en las comunidades, que genera una cadena de empleos, con mujeres quienes se dedican también a preparar o descarnar la especie.