
Culiacán, Sin.- Como si se tratara de un intento de ‘levantón’, así lo catalogaron los empleados y agentes de las distintas corporaciones policíacas que estuvieron presentes en el sitio donde Arnoldo Valle, director de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa sufrió un atentado balazos y en el que por fortuna resultó ileso.
Eran pasadas las 2 de la tarde, alrededor de las 2:15, cuando los empleados salían de sus oficinas para ir a comer.
Algunos de ellos se dirigieron al área de estacionamiento que se encuentra en la parte posterior del edificio rectoría de la UAS que se ubica por el bulevar Miguel Tamayo Espinoza de los Monteros, a unos metros del Hospital de la Mujer y en las inmediaciones del sector Villas del Río.
Los testigos señalaron que de pronto se escucharon varias explosiones, como si fueran cohetes o algún escape de una motocicleta arreglada para producir este tipo de estallidos, pero al ver que se trataba de un atentado balazos con hombres armados, los civiles trataron de resguardarse entre los vehículos para evitar resultar lesionados.
“Yo iba aquí adelantito cuando escuché los balazos, pero yo pensé que era una moto pedorra, ya ves que a las motos les hacen algo para que se escuchen como balazos, pero miré un compa alto moreno como foquemon corriendo con una pistola en la mano y luego más balazos y dije, no, esto no es una moto, se quieren chingar a alguien y me agaché a un lado de mi carro porque no encontraba la llave para abrirlo”. Señaló uno de los trabajadores de oficina.
Mientras el empleado conversa con otro compañero, al parecer de la misma área de trabajo, el otro le responde que para él no se trató de un asalto, ni mucho menos un pleito, sino de un intento de levantón.
“A este señor se lo querían llevar, no fue un susto ni mucho menos un asalto, a este se lo querían llevar, pero no pudieron, por eso es que los balazos están en la defensa y en la llanta para que no siguiera avanzando”. Señaló el otro trabajador mientras sacan sus conclusiones en torno al atentado.
Mientras los peritos realizan el trabajo de recolección de evidencias de campo bajo los intensos rayos del sol, funcionarios, empleados, agentes policíacos y curiosos hurgan con su vista entre la escena para buscar otro indicio que les aclare un poco el panorama de la balacera que habría ocurrido momentos antes y que por poco le cuesta la vida al empleado de confianza con muchos años de experiencia dentro de la institución educativa y el cual ha estado muy cercano a los rectores y funcionarios de alto nivel.
En el sitio de la escena se localizaron casi una decena de casquillos para arma corta, al parecer calibre nueve milímetros que fueron fijados con señalamientos para indicio color amarillo, mientras que el vehículo de la marca Chevrolet Blazer color blanco modelo reciente que tripulaba el funcionario al momento del atentado presentó orificios producidos por proyectil de arma de fuego en la puerta del copiloto, la fascia del mismo lado y el parabrisas a la altura del volante el conductor.
De manera extraoficial se ha informado que el funcionario resultó ileso y se encuentra sano y salvo en un lugar no especificado, pero en un principio se especuló que había sido privado de su libertad o que está bajo resguardo de alguna corporación policíaca, pero hasta el momento ninguna autoridad de la Universidad Autónoma de Sinaloa ha expresado a detalle qué es lo que sucedió y los detalles del estado de físico y emocional de Arnoldo Valle.












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