Redacción.- París 2024 ha sido una fuente de sorpresas, pero algunas no tan gratas como se espera en Juegos Olímpicos.
La gimnasia artística femenina, que culminó este lunes, dio muchas alegrías a los países de Italia y Brasil, sin dejar de mencionar a Estados Unidos con una Simone Biles, quien calló muchas bocas en el Bercy Arena.
Pero sin duda, los seguidores de la gimnasia quedaron con un sabor agridulce esta edición de las olimpiadas, con la final de suelo, en donde a Ana María Barbosu se le arrebató la medalla de bronce, en favor de la estadounidense Jordan Chiles.
Y es que un presunto error de los jueces dejó en entredicho su imparcialidad.
Barbosu quien finalizó tercera en la competencia de manos libres se encontraba celebrando su medalla, cuando de repente el score cambió.
Cecil Landi, entrenadora de Chiles y Biles, metió lo que se le conoce como una apelación de calificación, la cual de proceder puede beneficiar a un gimnasta, pero afectar a otra.
Esto es muy común en los deportes de apreciación y muchas medallas se han ‘reajustado’, por este mecanismo.
En el código de la gimnasia artística, la calificación se compone de un puntaje de dificultad y otra puntuación de ejecución; actualmente únicamente se permite apelar lo que se llama nota de partida, es decir la dificultad.
Al reconocer y modificar un error en la calificación de dificultad de Chiles, su puntaje final superó a Barbosu, lo que le dio la medalla.
No obstante, se propició un descontento generalizado pues Jordan Chiles pasó del quinto lugar al tercero y no al cuarto.
Además, conmocionó la forma tan abrupta de ‘robarle’ el bronce a Ana Barbosu.
El último día de la gimnasia artística femenil París 2024 dejó que desear en cuanto al jueceo, no solo por este incidente, sino porque Sabrina Maneca-Voinea, también de Rumania, no obtuvo una buena calificación, a pesar de ejecutar una rutina limpia y con alto grado de dificultad.
De la misma manera, se puso duda la objetividad de los jueces en la final de viga de equilibrio.
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Catalina Ponor de Rumanía pierde medalla de bronce tras apelación de EU
La reconocida triple-medallista olímpica de oro en Atenas 2004 Catalina Ponor vivió la misma amarga experiencia que su compatriota Ana Barbosu, cuando perdió una medalla tras una apelación de puntaje.
La rumana especialista de barra de equilibrio y suelo, había quedado tercera en la final de viga en Londres 2012.
En los últimos segundos de dar por cerrada la competencia, Mihai Brestyan, coach de Alexandra ‘Aly’ Raisman de Estados Unidos interpuso una consulta de calificación, la cual procedió.
La nota de partida de Raisman fue modificada, beneficiando a la estadounidense y dejando sin medalla de bronce a Ponor.
Catalina Ponor, había regresado de su retiro del deporte, después de un cuadrienio difícil para el equipo rumano.
En Río 2016, por Rumanía Ponor participó sin equipo en los Juegos Olímpicos, mientras la mala racha de su país en la gimnasia continuaba, después de ser una de las potencias más fuertes en la disciplina.
En Tokio 2020 la mala suerte persiguió a la rumana Larisa Iordache, única representante de su país en dichas olimpiadas, quien se lastimó un tobillo, previo a la final de barra de equilibrio.
París 2024 representaba el regreso de la escuadra rumana a una máxima justa deportiva con equipo completo, lo que hace que la medalla arrebatada a Barbosu sea más dolorosa.
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