Culiacán, Sin.- Si educamos para conservar es más fácil que el ecosistema continúe en beneficio de todas las especies, por eso la importancia de conocer museos especializados como es el Museo Nacional de la Ballena (Munba).
El director del proyecto Munba y de Onca Exploraciones, Óscar Guzón Zatarain, explicó en Súmate Sinaloa que este proyecto es un espacio dedicado exclusivamente a contar la fascinante historia de las ballenas, por medio de la colección histórica de esqueletos de estos cetáceos que están presentadas de forma interactiva para que sea más divertido para los visitantes.
“Crear un guion especial para que la gente viva esto a través de experiencias sensoriales, exhibiciones interactivas. Tenemos también una experiencia inmersiva donde la gente puede vivir un documental animado sobre las ballenas, la idea es llevarte dentro del agua sin mojarte”, comentó.
Este Museo de Mazatlán se destaca como el primer espacio en México y Latinoamérica con todas las características científicas y tecnológicas para el conocer de las ballenas.
El Museo Nacional de las Ballenas, Munba, se encuentra convergente al Parque Observatorio Mazatlán 1873 como una expansión de atractivos en el puerto.
El diseño del museo fue creado bajo la experiencia del arquitecto mexicano Alejandro D´Acosta, quien usó el método de materiales reciclados y sustentables en un concepto de exposición.
Se tienen 12 salas de exhibición interactivas-digitales, entre ellas una sala de lectura con más de 300 ejemplares enfocados única y exclusivamente al estudio y hábitat de las ballenas en todo el mundo y también un espacio denominado Mumba Kids para realizar pláticas a las niñas y niños que provengan de escuelas locales, con el fin de fomentar los conocimientos necesarios a través del programa: Un, dos, tres por mí y por los océanos.
Los espacios del museo tienen un aforo para alrededor de 250 personas, quienes podrán disfrutar del atractivo de 10 am a 6 pm de martes a domingo.
Recordó que las ballenas son la solución porque su valor para la humanidad es incuantificable: su función en el ecosistema es como sumideros de carbono increíble, en su alrededor de 60 o 70 años de vida pueden secuestrar más de 30 toneladas de carbono, lo que comparado con árboles es muchísimo, además, al morir, las ballenas caen al fondo del mar por lo que este carbono no regresa a dañar el ecosistema.
La alimentación de las ballenas es casi a base del plantón, y ya que el fitoplantón genera más del 50% del oxígeno del planeta, entonces cuando defecan sus nutrientes son ricos en zinc y nitrógeno que genera más plantón y eso fertiliza todos los océanos.
En Sinaloa cada año más de 2 mil ballenas pasan por nuestras costas lo que ha hecho que la industria de observación de ballenas se convierta en sustento económico para muchos pueblos pesqueros.
“Nuestra misión principal es educar para la conservación, no puedes cuidar algo que no conoces, no puedes amar algo que no conoces, entonces el Munba viene a posicionarse en un lugar donde es necesario que la gente aprenda sobre el patrimonio natural de la vida marina en México, tenemos un gran proyecto de educación que busca que cada visitante se convierta en un guardián de los océanos”, finalizó.
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