
Culiacán, Sin.- El reloj marca las 12:29 horas… Y aquél hombre delgado, alto, llega escoltado por varias personas, abre la puerta, saluda y mira una serie de papeles en una pared y se entera que en una de esas carpetas, se encuentra escrito una cita con su futuro.
Es Gerardo Vargas Landeros, alcalde de Ahome, quien primero niega estar nervioso: “¿Nervioso? Para nada… pero ¡¡Ah cómo chinga…os no!!” y contiene su impulso cuando se da cuenta de quiénes lo rodean y a quienes les confirma que llegó al Tribunal Electoral para estar presente en la sesión en la que se resuelve parte de su futuro.
En punto de la una de la tarde, hora de convocatoria para la sesión, se abre la puerta de la sala de sesiones, Vargas Landeros ingresa flanqueado por sus abogados y una docena de personas a las que en tono de broma les dice, “quién se quedó en Palacio”, de fondo se escucha una voz, “Romanillo se quedó cuidando”.
Pasan los minutos, mochitecos siguen llegando hasta llenar la sala, Vargas Landeros se para, mira el teléfono, se vuelve a sentar, ya se vuelve a parar, la presencia de la magistrada Verónica García parece darle cierta tranquilidad, saluda a la distancia, se sienta y ya no se vuelve a levantar.
A las 13:00 horas con seis minutos ingresan los otros tres magistrados, la presidenta Carolina Chávez Rangel pide se tome lista de presentes, se lean los asuntos en cartera y se proceda… Largos minutos.
Finalmente, se da el veredicto esperado… salen los magistrados y en la sala se escuchan los aplausos, Vargas Landeros no puede ocultar su alegría y en su rostro cincelado por el paso de los años, se esboza una sonrisa, tranquilo, por el momento, ya puede estar.


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