
Rusia.- El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) reveló que Estados Unidos, Gran Bretaña y Polonia estuvieron involucrados en la organización del ataque de Ucrania en la provincia fronteriza de Kursk el pasado 6 de agosto.
Según el periódico Izvestia, “los servicios especiales de Estados Unidos, Gran Bretaña y Polonia tomaron parte en la preparación de la operación del Ejército de Ucrania en la región de Kursk”.
Apoyo de la OTAN y consecuencias
De acuerdo con la información proporcionada por el SVR, los asesores militares de la OTAN están apoyando a las tropas ucranianas que invadieron el territorio ruso. Además, la inteligencia rusa señala que los países de la OTAN facilitan a los militares ucranianos datos satelitales de la posición de las fuerzas rusas en Kursk.
Este apoyo internacional ha tenido graves consecuencias, ya que los ataques ucranianos resultaron en al menos 12 civiles muertos, más de 120 heridos (incluidos diez niños) y la evacuación de miles de civiles de la zona.
Rusia revela informe de bajas
Según un informe del Ministerio de Defensa de Rusia publicado recientemente, el Ejército ucraniano ha sufrido importantes pérdidas durante la operación en Kursk.
Más de 4,130 soldados ucranianos y 58 tanques han sido reportados como bajas hasta el momento. Esta situación ha elevado las tensiones en la región y ha generado preocupación a nivel internacional por el conflicto en curso.
En resumen, la revelación del apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña y Polonia en el ataque a Kursk, junto con la asistencia de la OTAN a las tropas ucranianas, ha desencadenado una situación crítica en la zona fronteriza rusa.
Las repercusiones de estos acontecimientos continúan desarrollándose, mientras que las cifras de víctimas y bajas militares aumentan, intensificando la preocupación por la escalada del conflicto.
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