Atlanta, Georgia .- El pasado jueves, un trágico suceso sacudió la secundaria Apalachee en Winder, Georgia, cuando un estudiante de tan solo 14 años llevó a cabo un tiroteo que resultó en la muerte de cuatro personas, dos estudiantes y dos profesores.
El presunto pistolero, identificado como Colt Gray, ya se había entregado. La policía indicó que tiró el arma, un fusil semiautomático AR-15, y se tumbó.
Será tratado penalmente como un adulto; dejó cuatro muertos. Dos eran estudiantes, ambos de 14 años, la misma edad que el pistolero, y los otros dos, profesores.
Según Chris Hosey, director de la Oficina de Investigaciones de Georgia, el adolescente se entregó pacíficamente a las fuerzas del orden tras percatarse de la gravedad de la situación.
Aunque aún se desconoce si mantenía algún tipo de relación con las víctimas, las investigaciones pertinentes están en curso para esclarecer este punto.
En medio del caos, la comunidad escolar vivió momentos de angustia al ser desalojada, mientras que servicios de emergencia como ambulancias y policías acudían al lugar. Incluso un helicóptero médico tuvo que intervenir para transportar a heridos.
Este trágico evento se suma a la alarmante estadística de violencia armada en Estados Unidos, con 384 tiroteos de masas reportados en lo que va del año.
Ante esto, el presidente Joe Biden instó a la colaboración bipartidista para implementar medidas más estrictas en cuanto al control y acceso a armas de fuego, destacando la necesidad de no normalizar estos sucesos.
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