Reinventando la Política
No nos imponemos todavía ante los hechos de alto impacto y a pesar de llevar dos Culiacanazos, no sabemos todavía cómo reaccionar y como ciudad todavía traemos algo de estrés post-traumático y ante los primeros síntomas de eventos que parecen de alto impacto nos alteramos y rápido queremos estar en nuestras casas.
Ayer el profesor Óscar Loza Ochoa comentó algo que es cierto: no existen protocolos seguros de actuación ante eventos orquestados por miembros de la delincuencia organizada.
Si bien es cierto, el deber ser es que tuviésemos una policía nacional, una fuerza civil que pudiese prevenir este tipo de eventos, pero no la tenemos, contamos con una Guardia Nacional prácticamente militarizada. No contamos con instituciones de seguridad civil nacional que pudiesen atender hechos de alto impacto.
Además no debería de haber “Culiacanazos”, pero ante lo que deseamos y la realidad, vale más empezar a cuidarnos como comunidad, en nuestras escuelas, empresas, en nuestro entramado iniciar a escribir protocolos de seguridad ante eventos de alto impacto.
¿Dónde te agarró el temblor? Cantaba Chico-Ché y nosotros así nos preguntamos, ¿dónde te agarró el Culiacanazo? ¿Qué estabas haciendo? Si eres profesor ante aula, ¿qué es lo que se debe de hacer para que el pánico no altere a la comunidad escolar?
Sin duda esa es una tarea que nosotros como ciudadanía nos obliga a hacerla, tenemos que empezar por cuidarnos y cuidar nuestro entorno, pareciera que ya se nos olvidó las enseñanzas de la pandemia.
Es por ello, que tenemos que empezar por hacer pequeños protocolos en casa y por donde andemos, en los lugares comunes o en nuestro trabajo.
La autoridad de seguridad va a hacer su trabajo, pero también nosotros tenemos que hacer nuestra parte, que tal vez no nos toca, pero a pesar de los vacíos institucionales nosotros tenemos que cuidarnos como comunidad.
Y ni modo tenemos que aprender de la barbarie… No es así como lo pensamos, pero como decía la gran Cristina Pacheco “Aquí nos tocó vivir” y sin llorar.