
Concordia, Sin.- Para activistas como el Movimiento Social Sinaloense (MASS) la violencia que vive Sinaloa actualmente no es novedad y estaría repitiendo los volúmenes de desplazamiento forzado que se tuvieron hace unos 40 años, con una crisis real de inseguridad que urge detenerla.
Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez, presidente de la organización, precisó que se requiere de un plan integral para atender a esas familias que de manera masiva están bajando de la zona serrana, principalmente de Concordia, pues mientras no se tenga una estrategia de atención oportuna y a la par un operativo robusto de combate a la delincuencia organizada, el problema crecerá hasta llegar a un punto sin retorno para las autoridades.
“Nosotros conocemos el problema de la violencia de hace 40, 50 años, desde el Gobierno de Calderón (Alfonso Calderón Velarde), está esto de la violencia aquí en Sinaloa. Labastida, con Millán ha habido crisis. Se nos hace pesada, porque hoy la estamos viviendo directamente. Sí hay una situación crítica de estas gentes y no sé cómo le vamos a hacer, porque si no se erradica la violencia, va a ser muy difícil que esto se componga”.


Gutiérrez Sánchez indicó que hay asociaciones activistas como la que lidera que han levantado la mano, al igual que la que integra Óscar Loza Ochoa, de Derechos Humanos de Sinaloa, que están dispuestos a hacer equipo con el Gobierno del Estado y Federal para atender a dichas familias, sin embargo, enfatizó que todo tiene que partir por un padrón levantado por la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de la entidad.
“Son muchos, yo no creía que fueran tantos. Ayer, me informaron que eran muchos, muchos, muchos, los de aquí de Pánuco, de arriba. Son de Potrerillos, El Palmito, principalmente, La Petaca y son muchas familias. No tengo el número. Que conminemos a la Secretaría de Bienestar Social, a María Inés (López Corral) a que juntos vengamos y hagamos un recuento de la situación y veamos cómo se puede apoyar, pero que sea el gobierno. Nosotros no tenemos capacidad”.
Reiteró que cualquier esfuerzo sumará, pero los pasos en este sentido no pueden darse en solitario, pues ni la sociedad podrá sola, ni el gobierno tampoco.


Puede leer: ‘Con miedo’ en Concordia; orillado por la violencia El Palmito es el primer pueblo fantasma