El día de ayer en Veracruz el Presidente López Obrador dijo que no quiere ser caudillo, ni jefe máximo. En su última gira por Veracruz dijo estar contento de dejarle la anda presidencial a una mujer cómo Claudia Sheinbaum.
Si bien es cierto, no será caudillo, ni jefe máximo, no será un Calles, por que el control del Ejército ya lo tiene, el actual régimen les ha favorecido aún más a las Fuerzas Armadas que el régimen anterior, lo que realmente es AMLO es el jefe de un movimiento que construyó por más de dos décadas y que los errores del viejo sistema le dieron la razón, su discurso y su contacto social lo hicieron la figura de la oposición más fuerte durante 15 años, para posteriormente llegar al poder con una alta legitimidad electoral en 2018.
¿Cómo soltar el poder si construiste un movimiento durante dos décadas? La próxima unción de Sheinbaum se hizo mediante nombramientos de gabinete muy bien perfilados, la parte técnica se la dejaron al equipo de la próxima presidenta y la parte política no la soltó el presidente, tan así que ayer ungieron a la Secretaría de Gobernación cómo dirigente de Morena y cómo el encargado de la organización de su estructura electoral al hijo del presidente: en una República cómo en una Monarquía hay dinastías.
El obradorato es una corriente política muy fuerte en Morena, es una forma de pensamiento en una base social del país, pero en la construcción del segundo piso se tienen que reconocer los errores con empatía.
López Obrador puso contra la pared a la oposición, a él nunca lo pusieron contra las cuerdas por que tenía la convicción de aferrarse a su lucha y hasta ahorita no se ve a nadie en la oposición con una convicción parecida, por eso y otras razones se puede apreciar a una oposición satélite, que solamente rondarán alrededor de los dictados del régimen.
Ni jefe máximo, ni caudillo, sino líder de movimiento, la piedra fundacional de un movimiento que ha hecho cambios al orden establecido para cambiar el juego de la política. Los grandes beneficiados de estos cambios son las Fuerzas Armadas y lo que depende de ellas, por qué se están tumbando los límites que los detenían. Esa es la nueva clase política que dirige el país
El poder, la influencia y el rumbo seguirá en Morena y la voz cantante la lleva el presidente AMLO, pero no sabemos que pasará el primero de octubre, hay señales de que todo seguirá igual, aunque hay atisbos a qué no.
Ya falta poco para saber y rápido nos vamos a dar cuenta. Veremos cómo los militares reordenan la gobernabilidad, en el nuevo sexenio. Así cómo lo hicieron con el PNR, el PRM y también lo hicieron con el PRI. Las Fuerzas Armadas han sido, fueron y son la correa del verdadero poder en el país.