El jamón es un embutido muy popular en todo el mundo, apreciado por su sabor y versatilidad en la cocina. Sin embargo, es común que al transcurrir algunos días, este alimento adquiera una consistencia viscosa o se cubra por una película blanca, lo cual suele generar dudas acerca de su frescura y seguridad para el consumo.
¿Por qué el jamón tiene consistencia viscosa?
La baba que puede observarse en el jamón se debe a la presencia de bacterias ácido lácticas que se desarrollan en el interior del paquete.
Estas bacterias se forman debido a los carbohidratos presentes en el embutido y a la humedad que se genera durante su almacenamiento, según explican expertos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Aunque muchas de estas bacterias son benignas, como los lactobacilos, su presencia puede afectar el sabor y olor del jamón, lo que podría desaconsejar su consumo.
Incluso si se enjuaga el jamón para intentar remover la baba, no se logrará eliminar por completo a los microorganismos presentes. Por ello, se aconseja no consumir carnes frías que presenten este aspecto viscoso, ya que se desconoce qué tipo de bacterias podrían estar alojadas en ellas.
¿Se puede comer el jamón con baba?
Al igual que con otras carnes frías como la mortadela o el salami, lo recomendable es desechar estos alimentos si presentan aspecto baboso.
Consumir alimentos en mal estado puede acarrear riesgos para la salud, como enfermedades gastrointestinales o intoxicaciones alimentarias.
¿Cómo identificar si el jamón ya no está en buen estado?
Además de la baba, existen otros indicadores que señalan que el jamón no es seguro para consumir, como un exceso de grasa, un olor desagradable (rancio o similar al amoníaco) o la presencia de manchas de moho. En caso de notar cualquiera de estos signos, es recomendable desechar el producto para evitar consecuencias adversas para la salud.
Para conservar adecuadamente las carnes frías y prevenir la formación de baba, se aconseja almacenarlas a temperaturas entre 0°C y 2°C.
Exponerlas a temperaturas superiores a 4°C puede acelerar su descomposición, aumentando el riesgo de deterioro y contaminación. Así, al mantener un adecuado manejo y almacenamiento de los embutidos, se puede disfrutar de estos alimentos de forma segura y saludable.
¿Cuánto dura el jamón en el refrigerador?
El tiempo que dura el jamón en el refrigerador depende de su tipo y si está envasado o no:
- Jamón loncheado: Las caducidades suelen ser mayores, 5-6 meses o más.
- Jamón cocido, envuelto en la tienda, cortado en lonchas, a la mitad o en espiral: Dura de 3 a 5 días en el refrigerador.
- Jamón de Virginia, cocido: Dura 1 semana en el refrigerador.
- Jamón fresco, sin curar, crudo: Dura de 3 a 5 días en el refrigerador y hasta 6 meses congelado.
- Jamón ibérico envasado al vacío: No es necesario que esté en el refrigerador, pero sí por debajo de 20ºC y en ausencia de humedad excesiva. Una vez abierto, lo recomendable es consumir el producto dentro de las 24 horas.
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