Redacción.- Todos lo hemos vivido, el ‘mal del puerco’ le pasa a todo ser humano, está en su naturaleza.
El ‘mal del puerco’ es la sensación de pesadez, cansancio y somnolencia que se presenta después de consumir alimentos.
Entre más comida más se promueve esta sensación, que contrario a lo que parece no es mala, pero resulta inconveniente pues desvía la atención y dificulta la realización de ciertas actividades.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el llamado ‘mal del puerco’ consiste en que durante el proceso digestivo hay una serie de transformaciones químicas con las que nuestro cuerpo libera ácidos para poder digerir los alimentos y absorber nutrientes.
Cabe destacar que la glucosa que se ingiere proporciona energía a las células. Entre más alimentos con grandes cantidades de azúcar, mayor el deseo de dormir tras su consumo, debido al aumento de nivel de glucosa en la sangre.
Cuando la glucosa ingresa al sistema nervioso, se inhibe la actividad de las neuronas orexinérgicas relacionadas con ingesta alimenticia y del ciclo sueño – vigilia.
“Al comer, la glucosa aumenta en nuestra sangre y el torrente circulatorio la transporta a diferentes partes del cuerpo como el cerebro. Allí, en una región llamada hipotálamo lateral, hay neuronas (hipocretinérgicas) que tienen la capacidad de censar la glucosa en la sangre”, detalla Mónica Méndez Díaz, profesora del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Después de comer, los sistemas de vigilia se apagan de forma natural, empezamos a sentir somnolencia, cansancio y si hay las condiciones adecuadas podemos quedar dormidos”, explica la especialista.
“Trabajar en estas condiciones puede resultar incómodo porque se nos dificulta pensar, tomar decisiones o ejecutar tareas motoras, incluso podemos cometer errores”, resalta Méndez.
El mito del ‘mal del puerco’
Una creencia del ‘mal del puerco’ era que este ocurría “porque durante el proceso digestivo, la sangre del cuerpo se concentraba en el estómago para absorber y digerir los alimentos; y que la falta de sangre en el cerebro era el responsable de la somnolencia al comer… esto es falso”, destaca la UNAM.
¿Qué hacer ante el ‘mal del puerco’?
“Como es un proceso fisiológico normal después de comer, no tendríamos como evitarlo”, señala la profesora.
En caso de tener la opción y que el sueño sea inevitable, se recomienda dormir entre 15 y 30 minutos. Al despertar el cuerpo tendrá más energía.
“Una siesta de 15 a 30 minutos nos ayuda a sentirnos relajados y a continuar con nuestras actividades cotidianas”, indica.
No obstante, hay que subrayar que al dormir por más tiempo del indicado se altera el proceso de digestión volviéndolo más lento, además de que puede afectar al sueño de la noche.
Como será muy difícil ‘echarse una pestañita’ durante la jornada de trabajo o cualquier actividad cotidiana, la doctora Méndez aconseja:
- Consumir avena, cereales integrales, vegetales, carne magra y alimentos que no suban tanto la glucosa en la sangre.
- Evitar las comidas abundantes.
- Caminar después de comer para activar el sistema de vigilia
- Tomar café para contrarrestar la somnolencia.
¿A qué especies también les da el ‘mal del puerco’?
Además de los humanos, el ‘mal del puerco’ también se presenta en los seres vivos con un sistema nervioso, pues utilizan este mecanismo de alerta y somnolencia asociada a la ingestión de alimento.
Esto significa que simios, perros y gatos también son susceptibles al ‘mal del puerco’.
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