
Londres.- Este viernes, en el Tribunal de la Corona de Belfast, el depredador en línea Alexander McCartney, de 26 años, fue sentenciado a cadena perpetua por chantajear a niñas a través de internet, siendo hallado culpable de homicidio culposo de una víctima que se suicidó.
El juez John O’Hara mencionó que McCartney, originario de Newry, Irlanda del Norte, fue un depredador “despiadado y cruel” que utilizó las redes sociales para infligir un daño “terrible y catastrófico”.
Chantaje a 3 mil 500 niñas
La fiscalía reveló que McCartney fingía ser una adolescente en línea y llevaba a cabo ataques de “catfishing” contra unas 3 mil 500 víctimas femeninas a través de plataformas como Snapchat. Este engaño consistía en incitar a las afectadas a enviar fotos íntimas o participar en actos sexuales, para luego extorsionarlas con la amenaza de difundir las imágenes comprometedoras.

Tragedia y consecuencias
Trágicamente, una niña de 12 años de Virginia Occidental se quitó la vida durante una conversación en línea con McCartney, donde este le exigía actos sexuales. Posteriormente, el padre de la joven también se suicidó. Este caso representa la primera vez que se declara a alguien culpable de homicidio culposo en una situación donde víctima y perpetrador nunca se encontraron físicamente.
Las autoridades han identificado víctimas en al menos 30 países, incluyendo Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
McCartney se declaró culpable de 185 cargos relacionados con 70 menores, incluyendo el de homicidio culposo. Sus crímenes, cometidos desde la recámara de su casa de infancia, han dejado una estela de devastación que ahora le ha llevado a enfrentar una condena de por vida en prisión, con la posibilidad de solicitar libertad condicional dentro de 20 años.
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