
El expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), hizo pública una denuncia alarmante sobre un intento de asesinato del que fue víctima mientras se dirigía a la emisora donde desarrolla su programa de fin de semana.
Durante el trayecto entre la localidad de Villa Tunari y Lauca ÑÑ, en el Trópico de Cochabamba, la camioneta que transportaba a Morales recibió 14 disparos por parte de desconocidos, resultando herido el chofer del político.
En medio de la persecución, Morales relató que dos o tres camionetas los seguían, lo que los llevó a cambiar de ruta en un intento por evadir a los agresores, sin embargo, la situación se volvió más tensa.
En un momento de angustia, el exmandatario se percató de que se trataba de un operativo en su contra.
En un video grabado durante el suceso, se escucha a los ocupantes del vehículo advirtiendo a Morales sobre la gravedad de la situación y la necesidad de resguardarse.
Tras el ataque, se vieron obligados a cambiar de medio de transporte debido a los daños sufridos en la camioneta, consecuencia de los disparos recibidos.
Mientras el chofer herido sangraba y tocaba insistentemente la bocina para abrirse paso en medio del tráfico, Morales solicitó ayuda a los comunarios presentes en la zona, alertándoles sobre la agresión sufrida e instándolos a bloquear el camino para impedir que los agresores avanzaran.
El exgobernante responsabilizó al Gobierno de Luis Arce por lo ocurrido, considerando que se trató de un intento de asesinato que logró ser evitado.
Estos hechos se desarrollan en un contexto de tensión política, marcado por protestas lideradas por seguidores de Morales con demandas que incluyen la retirada de procesos judiciales en su contra y soluciones a diversas problemáticas socioeconómicas en Bolivia.
En respuesta a la situación, el presidente Arce ha tomado medidas para preservar el orden interno y la estabilidad democrática del país.
Con información de EFE…
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