Salvador Alvarado, Sinaloa.- En un pequeño, pero emotivo acto las autoridades municipales de Salvador Alvarado abrieron las puertas al público de la casa en la que creció Pedro Infante Cruz, el legendario ídolo de la música y el cine mexicano. Esto, con el objetivo de preservar su memoria y rendir homenaje a su legado.
Ubicada en una de las calles más emblemáticas de Guamúchil, como lo es la calle Ferrocarril, esta vivienda ha sido rehabilitada con diversas pinturas de Pedro Infante para que tanto habitantes locales como visitantes puedan acercarse a la historia de quien puso en alto el nombre de su ciudad natal.
El presidente municipal Armando Camacho Aguilar expresó su orgullo y satisfacción al poder brindar un espacio dedicado a la vida y obra de Pedro Infante, afirmando que este proyecto refleja el compromiso de preservar la identidad cultural de Salvador Alvarado.
“Es algo muy simbólico en la historia de Salvador Alvarado, sobre todo en la historia cultural y artística del municipio. Si por algo se caracteriza y algún referente tiene Salvador Alvarado a nivel nacional e internacional, es la imágen de Pedro Infante, y que tanto le ha dado a Guamúchil a través de las décadas que han transcurrido”, comentó.
En el mismo sentido, el alcalde agradeció al señor José Antonio Valenzuela Meza y al fallecido Sergio Mario “Pepe” Sánchez por ser piezas fundamentales como promotores del ídolo de México. Destacó que por muchos años lucharon para que el legado de Pedro Infante permaneciera vivo y así le diera una identidad al municipio.
“Muchos años lucharon porque ese legado prevalezca, porque ese legado de Pedro Infante permaneciera vivo y le diera una identidad a nuestro municipio, lo cual le da ese reconocimiento como lo decía a nivel nacional e internacional”, dijo
Cabe mencionar que el lugar, además de contar con murales dedicados al ídolo de México, también hay una pared que honra la labor de quienes lucharon y fueron promotores para que se honrara la vida de Pedro Infante Cruz.
Lee también: Grupo armado tumba portón de una hacienda y se lleva un razer en La Pedrera, Culiacán
