Rusia ha ordenado a Google pagar una multa descomunal de veinte quintillones de dólares a más de una docena de canales de televisión cuyo contenido fue bloqueado en YouTube. Esta sanción se ha acumulado desde 2020, cuando Tsargrad TV y RIA FAN demandaron a Google por restringir su programación.
La situación se ha agravado, ya que otros 15 canales, incluidas redes respaldadas por el Kremlin, también han ganado demandas contra Google.
Hasta ahora, la multa asciende a 2 undecillones de rublos, equivalente a unos 20 decillones de dólares estadounidenses. Es importante destacar que Google no ha realizado el pago, y dada la magnitud de la cifra, parece poco probable que lo haga. Incluso si quisiera pagar, Alphabet, la empresa matriz de Google, con una capitalización de mercado de 2 billones de dólares, no podría cubrir esa suma colosal.
Según estimaciones del Banco Mundial, la economía global es de alrededor de 100 billones de dólares (100.000.000.000.000 $).
En otras palabras: Rusia estaría pidiendo a Google una cifra superior a la vez al PIB mundial, al dinero impreso disponible en la actualidad (estimado en unos 95.000.000.000.000 dólares) y a las reservas de oro del planeta (estimadas en unos 12.000.000.000.000 dólares). Un auténtico disparate. Teniendo en cuenta la magnitud de lo solicitado, no se espera que esta demanda llegue a buen puerto debido a sus exigencias tan surrealistas.
A pesar de que Google no ha comentado al respecto, las demandas de los canales rusos han tenido repercusiones significativas. La subsidiaria de Google en Rusia se declaró en bancarrota en 2022 tras el embargo de más de 100 millones de dólares en cuentas rusas.
El bloqueo de YouTube a Tsargrad TV en 2020 se debió a sanciones estadounidenses contra su propietario, Konstantin Malofeev, relacionado con las invasiones de Ucrania en 2014 y 2022. RIA FAN, fundado por Yevgueni Prigozhin, ha sido objeto de medidas similares.
YouTube ha bloqueado varios canales rusos por diversas razones, incluida la publicación de contenido que minimiza eventos violentos. Esta acción se enmarca en las sanciones impuestas por EE. UU. y en la lucha contra la desinformación.
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