Salvador Alvarado, Sin.- Desde temprana hora de este 2 de noviembre, decenas de familias se reunieron en los panteones de la región del Évora para conmemorar el Día de Muertos. Con flores de cempasúchil, veladoras y ofrendas, los asistentes rindieron homenaje a sus seres queridos fallecidos, una tradición que se vive con arraigo y respeto.
Al amanecer, los caminos hacia los cementerios comenzaron a llenarse de personas que con emoción y nostalgia, llegaban a limpiar las tumbas y colocar ofrendas.
Tal como cada año, desde hace mucho tiempo lo hace la señora María Elia Valdez Aguilar, quien visita el panteón municipal en una mezcla de respeto y alegría para llevar flores a sus seres queridos. Para ella, este día tiene un profundo significado, ya que es la ocasión en la que honra a quienes se le adelantaron, manteniendo viva su memoria y el cariño que los une.
“Aquí están dos hermanas, una tía, mi cuñado y enseguida está mi hermano y una sobrina y en la otra están mi papá y mi mamá, es muy importante que no nos olvidemos de ellos, porque de todas maneras están viviendo con nosotros”, señaló.
En el mismo sentido, la señora María Lourdes Bojórquez visita el panteón para recordar a su madre e hijo, quien falleció hace apenas cuatro años. Para ella, es fundamental preservar esta tradición, pues considera que es una manera de celebrar el regreso simbólico de quienes ya no están en este mundo, manteniéndolos presentes en cada ofrenda y en cada oración.
“Es una tradición muy bonita, que lo siente uno de todo corazón de venir a visitar a la gente que ya no está con nosotros, nuestros seres queridos, todos los años vengo tempranito y vengo en la tarde también”, comentó.
Es así como esta celebración reafirma la identidad cultural, donde la muerte no es solo despedida, sino también un acto de amor y un homenaje a la vida.
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