Redacción.- Los cambios estacionales son parte del ciclo natural del año y los efectos van más allá de los impactos en el medio ambiente.
Cada estación trae consigo variaciones en el clima, la luz solar, la humedad y la temperatura, lo que puede tener efectos significativos en la salud física y mental de las personas.
Impactos de otoño e invierno en el cuerpo humano
El otoño marca la transición del clima cálido al frío y representa una temporada en la que las alergias pueden ser un problema.
La presencia de moho y esporas aumenta debido a la caída de las hojas y los cambios en la humedad, lo que puede afectar a quienes son sensibles a estos alérgenos.
Por otro lado, de vista psicológico, el otoño puede provocar una sensación de nostalgia y melancolía, en parte debido a la disminución de la luz solar.
Esta falta de exposición a la luz natural puede desencadenar Trastornos Afectivos Estacionales (TAE), una forma de depresión que ocurre en ciertos períodos del año, comúnmente en otoño e invierno.
La terapia de luz, el ejercicio y la socialización son algunas de las estrategias recomendadas para mitigar estos efectos.
Mientras que el invierno es a considerada como la estación más dura, con sus bajas temperaturas y días cortos.
Uno de los principales problemas de salud durante esta temporada es el aumento en la incidencia de enfermedades respiratorias, como la gripe común, la influenza y en los últimos años el COVID-19.
La disminución de la temperatura provoca la contracción de los vasos sanguíneos, lo que puede afectar la circulación y reducir la eficiencia del sistema inmunológico.
Asimismo, las condiciones de frío extremo pueden llevar al desarrollo de piel seca y la dermatitis. La exposición constante a calefacción artificial también puede deshidratar la piel, lo que requiere un cuidado extra en esta época del año.
Además, el invierno puede ser un periodo de aislamiento social debido a las inclemencias del tiempo, lo que puede agravar la soledad y los problemas de salud mental.
Es importante que las personas se mantengan conectadas, buscando actividades sociales y físicas que puedan realizarse en interiores.
Recomendaciones de salud para protegerse de los efectos de los cambios estacionales
Para mitigar los efectos negativos de los cambios estacionales en la salud, es importante adoptar ciertas prácticas de vida saludables.
Aquí algunos de los consejos más recomendables:
1. Mantenerse activo
El ejercicio regular es esencial durante todo el año. Inténtalo mantener en cada estación incluso si las actividades deben adaptarse al clima.
Encuentra formas de mantenerte activo, ya sea en interiores o exteriores.
2. Hidratarse adecuadamente
Aunque en el verano hay un mayor riesgo de deshidratación, es importante mantener una hidratación regular de acuerdo con la temporada.
Mantener una adecuada ingesta de líquidos es vital para la salud.
3. Cuidado de la piel
Ajusta tu rutina de cuidado de la piel según la estación.
Usa protector solar en verano y cremas hidratantes en invierno para proteger y mantener la salud de tu piel.
4. Atención a la salud mental
Practica actividades que fomenten la conexión social y el bienestar emocional.
Busca ayuda profesional si sientes que los cambios de estación afectan tu estado de ánimo de manera negativa.
5. Dieta Balanceada
Cada estación ofrece alimentos frescos de temporada. Incorporar una dieta rica y variada puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la salud en general.
La Secretaría de Salud, exhorta a protegerse de las enfermedades respiratorias.
“Protégete contra Enfermedades Respiratorias. Pon atención a los signos de alarma y acude a tu Unidad Médica en donde te brindarán un diagnóstico y tratamiento adecuados. #PorLaSaludYLaVida #MeCuido”, señala la dependencia a través de sus redes sociales.
En caso de presentar los siguientes signos de alarma, la SSA insta a no automedicarse, acudir a un centro de salud y seguir las indicaciones del personal médico:
- Fiebre que no cede
- Dolor en el pecho
- Dificultad para respirar
- Somnolencia
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