Reinventando la Política
Al momento de escribir esta columna, según el Washington Post la probabilidad de que gane Trump es del 86% y 14% gane Kamala Harris. Trump tenía 214 colegios electorales y Kamala 171, quedaban en disputa 145, con 270 votos.
Se compró la historia de la democracia en primer lugar que se dividía entre demócratas y republicanos, pero estos últimos ven la amenaza a la democracia por parte de los demócratas al querer meter a la cárcel a Trump y la victimización de este lo hizo ver como una conspiración política contra el país. En segundo lugar, estuvo en juego la economía y ahí los republicanos llevaban la bandera.
Por cierto, en esta elección los republicanos gastaron más en defender el voto que en movilizar a la gente para votar, esto es porque siempre estuvo latente el discurso Trumpiano de que podrían hacerle un fraude electoral.
Aranceles y deportación, cerrar la frontera el día 1 y, además operaciones militares, de todo esto habló Trump sobre nuestro país ¿Qué de este discurso será creíble? Sin duda, el Trump que vuelve, vuelve sin límites, en esta fase Trump no trae freno, viene con todo, porque esa forma de ser le sirvió.
El discurso de Trump del 25% de aranceles a los productos mexicanos y hasta un 100% a los vehículos ensamblados en México, si no contienen la frontera, entonces como dicen los analistas del New York Times: A Trump hay que creerle. El republicano no miente sobre sus planes.
En el gobierno pasado de Trump fue la contención: militariza la frontera a cambio de no ponerte aranceles. En aquel tiempo ese era el problema la migración, hoy no sólo sigue siendo la migración también son los muertos por consumo de drogas, hay que creerle a Trump.
Lo que sigue será una deportación masiva de migrantes, así como una contención desde el Suchiate, veremos más militares americanos armados cruzando la frontera no para invadir sino para capacitar a grupos del Ejército y de la Marina para “operaciones especiales” muy dirigidas.
El Trump que va a llegar será más poderoso y va a ir con todo. Quien ya sabe negociar con él es el hoy secretario de Economía, Marcelo Ebrard, del que diría en sus memorias William Barr exprocurador de Trump: no he visto a alguien bajarse los pantalones tan rápido en una negociación, por aquella vez en que Trump le iba a subir aranceles y rápido militarizaron la frontera estrenando la Guardia Nacional.
Lo cierto es que no creo que la presidenta Sheinbaum ponga a negociar a Ebrard. ¿Quién será el negociador? ¿Acaso sacarán de Chiapas a López Obrador para ser un emisario del gobierno de Sheinbaum? Eso sí, el 80% de nuestras exportaciones van a Estados Unidos. Ahora bien, Trump le tiene tomada la medida a la 4T y la 4T sabe que con Trump tendrán libertad siempre y cuando le cumplan sus peticiones. Además, Trump al igual que la 4T es poseedor de un discurso teologal, muy poderoso, un populismo fuertemente autoritario.
Lo de los aranceles hay que creerle, porque Trump sí se anima. Hay que creerle.