Tras las recientes elecciones en Estados Unidos, el gobierno de Irán, liderado por el presidente Naim Qasam de Hezbolá, ha demostrado indiferencia ante la victoria de Donald Trump.
La portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, mencionó que “la elección del presidente de los Estados Unidos no tiene una relación clara con nosotros”, destacando que las políticas entre ambos países se mantienen estables a lo largo del tiempo.
Por otro lado, Naim Qasam, líder de Hezbolá, consideró las elecciones en EE.UU. como irrelevantes para el conflicto en Medio Oriente, afirmando que el apoyo de Estados Unidos a Israel es limitado en comparación con la fuerza de los movimientos en el terreno.
Qasam, en un discurso televisado, calificó a Estados Unidos como “el gran diablo”, evitando pronunciarse directamente sobre la victoria de Trump.
Durante el primer mandato de Trump, las tensiones entre Irán y Estados Unidos aumentaron significativamente, llegando a un punto crítico con el asesinato de Qasem Soleimaní en 2020.
Asimismo, la decisión unilateral de Trump en 2018 de abandonar el acuerdo nuclear de 2015 generó un nuevo escenario de confrontación, con el restablecimiento de sanciones que impactaron negativamente en la economía iraní.
A pesar de la aparente calma, algunos ciudadanos iraníes han celebrado la victoria de Trump, esperando que pueda debilitar el sistema iraní.
Este sentimiento fue expresado por Milad, un taxista de Teherán, y Haniya, una empleada que participó en protestas recientes en Irán.
Este nuevo escenario político podría tener implicaciones en las relaciones internacionales y las tensiones en Medio Oriente.
Con información de EFE…
Toma nota: Posibles conflictos comerciales entre Canadá y Estados Unidos: ¿Qué se espera?