Guasave, Sin.- Ángel y su mamá Jasiel ya están en su terruño, El Huitussi, Guasave, después de tres meses fuera de su hogar en busca de la recuperación física del niño, quien la noche de este martes 12 de noviembre regreso de Sacramento, California, tras la recuperación en el hospital Shriners para niños quemados.
La primera parada del niño de tres años fue en la iglesia del campo pesquero, ahí junto a su familia dieron gracias a Dios y de rodillas ante San Judas Tadeo agradecieron la salud de Angelito.
Subiendo una escalinata hacia el cerro se encuentra su casa, ahí sus abuelos, tíos, primos y vecinos arreglaron con banderas de colores a la espera del menor y su mamá.
Pusieron empeño en que la casa luciera limpia, recién pintada, que no quedara rastro del siniestro que los hizo estar lejos y con la salud del niño de tres años comprometida, señaló Silvina, tía de Ángel. Y el objetivo se cumplió, el cuarto donde inició el incendio ya no existe, ahora es una habitación más grande, blanca, ordenada, con dos camas, aire acondicionado, televisión, un ropero y dos amplias ventanas.
“Esa es la intención, hacerle ver a él que hay una… Que todo está bien, que no venga con la impresión de lo que él pasó, de lo que ellos vivieron, porque fue feo para ellos, toda la familia”, comparte mientras muestra con gusto la nueva casita de Ángel.
A la entrada de la vivienda instalaron banderas de colores y a pesar de que la llegada se retrasó poco más de tres horas, lo esperaron paciente a su regreso.
Con un rico pozole de puerco, preparado para la ocasión esperaron también a Jasiel, quien valientemente acompañó en este proceso a su hijo menor, quien más la necesitaba, aun con el sacrificio de estar lejos de sus otros hijos, con quienes también se reencontró este martes en este campo pesquero rodeado por el mar.
Lo que ocurrió fue un tragedia, algo que jamás le desearían a otra persona, sin embargo, esta desgracia les dejó ver también que no están solos, a pesar de ser de bajos recursos y gracias a Shriners, así como a quienes de una u otra manera ayudaron, contra todo pronóstico Ángel está sano y salvo, se recuperó en una de las mejores clínicas del mundo y puede hacer la vida que cualquier niño de su edad merece.
No hay palabras que expresen la gratitud que dicha familia siente con Shriners, grupo que para ellos es sinónimo de vida, rescate y esperanza.
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