Ciudad de México.– Cada 1 de diciembre, Día Mundial del SIDA, personas de todo el mundo aúnan esfuerzos para generar una mayor conciencia de lo que supone el VIH/SIDA y mostrar solidaridad internacional ante la pandemia.
Este evento brinda a todos los copartícipes, tanto públicos como privados, una de las más oportunidades más claras para dar a conocer la situación e impulsar avances en materia de prevención, tratamiento y atención a los afectados en los países con elevada prevalencia y también en el resto del mundo.
El Día Mundial del SIDA surgió de la Conferencia Mundial de Ministros de Salud sobre Programas de Prevención del SIDA, celebrada en Londres en Enero de 1988, en la que delegados de más de 140 naciones declararon unánimemente a 1988 como un año de comunicación sobre el SIDA. La propuesta de la OMS para que esta actividad culminase en el Día Mundial del SIDA, a ser observado el 1° de Diciembre de 1988, recibió el apoyo de la Asamblea Mundial de la Salud en Mayo de ese año y más tarde de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
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Según la Organización Panamericana de la Salud alrededor de 2.7 millones de personas en América Latina y el Caribe viven con VIH. Solo en 2023, aproximadamente 135,000 personas adquirieron el virus, y 35,000 vidas se perdieron por causas relacionadas con el SIDA. Las nuevas infecciones son más altas en las poblaciones clave, lo que resalta la necesidad de prevención y apoyo específicos para estos grupos.
Lograr una carga viral indetectable no solo permite a las personas con VIH llevar una vida sana y activa, sino que también significa que no pueden transmitir el virus a otros.
Poner fin al SIDA significa llegar a todos los afectados por el VIH, especialmente poblaciones en situación de vulnerabilidad como poblaciones indígenas, en personas privadas de libertad y en migrantes. Ampliar el acceso a las pruebas de VIH en todas sus formas es fundamental. Necesitamos un aumento significativo en el volumen de pruebas realizadas, asegurando que cada persona tenga la oportunidad de conocer su estado, identificando a quienes tienen un riesgo significativo y ofreciendo acceso a la PrEP.
Este Día Mundial del SIDA es un llamado a proteger la salud a través de la protección de los derechos humanos. Garantizar el acceso a la PrEP es un paso crucial para cambiar el camino del VIH en nuestra región y hacer que su eliminación sea posible.