Mazatlán, Sin.- El Teatro Ángela Peralta se vistió de gala y magia para recibir una vez más la esperada función de El Cascanueces, un ballet tradicional que se ha convertido en un referente de la temporada navideña en la ciudad.
Con una espectacular escenografía navideña, el recinto brindó un ambiente acogedor que permitió al público disfrutar de tres funciones a lleno total, presentadas por el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.
Dirigida por los maestros Enrique Patrón De Rueda y Zoila Fernández, la puesta en escena cautivó a los asistentes con la participación de la Compañía Ballet de Mazatlán, la Escuela Municipal de Ballet Clásico, la Camerata Mazatlán y el Coro Infantil del Instituto de Cultura Mazatlán, bajo la dirección de Mariela Angulo Osuna.
El ballet, basado en el cuento de E.T.A. Hoffmann, narra la encantadora historia de Clarita, quien recibe como regalo un muñeco de cascanueces que cobra vida para enfrentarse a la Reina de los Ratones. Los bailarines, acompañados de una música conmovedora de Tchaikovsky, recrearon con gran destreza este clásico que evoca la magia navideña.
En esta versión, los bailarines brillaron en cada una de las escenas, destacándose los roles de los personajes principales: Clarita, interpretada por Sandra Fernández Hernández; el Mago, Jean Lee Panchi; y el Cascanueces, personificado por Oscar Treto Hevia. En el papel de la Reina de los Ratones, Bárbara Díaz Rodríguez y Camila Loaiza Mendoza, con una destacada interpretación, dejaron una huella en el público.
El ballet, que ha maravillado a audiencias de todo el mundo desde su estreno en 1892, es reconocido por su diversidad de danzas. En esta ocasión, el programa incluyó la danza rusa, española, árabe y china, representadas por talentosos bailarines como Carlos Cervantes Trejo, Juan Carlos Santiago, Manuel Hernández Suárez y otros, quienes trajeron color y ritmo al escenario, transportando a los espectadores al mágico ‘Reino de los Dulces’.
Un momento especialmente emotivo fue el Vals de los Copos de Nieve, durante el cual el Coro Infantil del Instituto de Cultura Mazatlán, desde el balcón del teatro, aportó un fondo angelical, mientras las bailarinas, como Martha Mariana Romero y Stephany Martínez, ofrecían una danza delicada en medio de una lluvia de nieve artificial, ante la mirada atónita de los espectadores.
La escenografía, diseñada por Víctor Manuel Carrizales, fue otro de los grandes logros de la producción, con elementos visuales que crearon una atmósfera encantada, complementada por una iluminación impecable a cargo de Ángel Hiram Salomón, y una sonorización que estuvo a la altura del espectáculo. Los vestuarios, a cargo de Elisa Espinosa y el Taller de Vestuario del Instituto de Cultura, destacaron por su belleza y sofisticación, con más de 170 trajes que incluyeron nuevos diseños para el Vals de los Copos de Nieve.
El Vals de las Flores, uno de los momentos más esperados del ballet, no solo deslumbró por su coreografía, sino también por la magistral ejecución musical que transportó a los presentes a un mundo lleno de romanticismo y belleza. Durante esta pieza, las bailarinas de la Compañía de Ballet ofrecieron movimientos llenos de gracia y coordinación, haciendo que el público se sintiera envuelto por la magia de la Navidad.
Con un elenco talentoso, una producción impecable y la calidez de la Navidad, El Cascanueces en Mazatlán se consolidó una vez más como un espectáculo de alto nivel, que dejó en el público una sensación de alegría, asombro y gratitud. Al finalizar la función, el teatro se llenó de aplausos, un merecido reconocimiento al esfuerzo y la dedicación de todos los involucrados en esta obra maestra de la danza y la música.
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