Donald Trump ha extendido una invitación al presidente chino Xi Jinping para asistir a su investidura el próximo 20 de enero.
La próxima portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha confirmado esta noticia, destacando la importancia del diálogo abierto entre líderes de diferentes países.
A pesar de que Xi aún no ha confirmado su presencia, Trump busca mantener un enfoque diplomático inclusivo, priorizando los intereses de Estados Unidos.
La invitación de Trump a Xi Jinping marca un hito, ya que ningún líder extranjero ha asistido a la investidura de un presidente de Estados Unidos desde 1874.
En caso de asistir, Xi se convertiría en el primer líder chino en presenciar dicha ceremonia. Esta acción refleja los esfuerzos de Trump por mantener relaciones bilaterales sólidas, a pesar de las tensiones comerciales previas.
Durante el mandato de Trump, se desencadenó una guerra comercial con China, que aún persiste bajo la administración de Joe Biden. Las medidas restrictivas impuestas por ambas potencias han afectado el comercio de productos clave como chips y metales, evidenciando las disputas comerciales entre ambas naciones.
Búsqueda de estabilidad
Xi Jinping ha expresado la importancia de trabajar conjuntamente con Washington para promover relaciones estables y saludables.
En un contexto de tensiones arancelarias y tecnológicas, el presidente chino resalta la necesidad de una cooperación mutua para un desarrollo sostenible. Esta llamada a la estabilidad busca mitigar los conflictos y promover un enfoque colaborativo entre ambas potencias.
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