Reinventando la Política
![La diferencia Omar García Harfuch, Juan Ramón de la Fuente y Claudia Sheinbaum](https://static.losnoticieristas.com/omar-garcia-harfuch-juan-ramon-de-la-fuente-y-claudia-sheinbaum.jpeg)
Actualmente el gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum se está configurando y está agarrando color. Ante los grandes eventos, las decisiones de Estado las están operando los “Claudistas”, mientras la política interna, el manejo en cámaras, se están quedando los “obradoristas”.
Se puede observar que en los temas de la agenda Trump, son el Canciller De la Fuente y en Seguridad el secretario Omar García Harfuch. Por ende, se puede leer que ante los retos grandes está el equipo político de la presidenta y los encuadrados con el expresidente AMLO se nota que todavía no se encanchan.
En eso de encancharse a quien agarraron fuera de su hábitat fue a la secretaria de Semarnat, Alicia Bárcena, ya que le detectaron que uno de sus colaboradores cuando estaban en la Cancillería usó el Museo Nacional de Arte para casarse con su pareja, el evento fue disfrazado de reunión diplomática, pero fue exhibido en la columna de Claudio Ochoa Huerta de El Universal el domingo pasado. La excanciller, hoy secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, corrió al colaborador y condenó el evento, pero las fotos mostraron que ella estuvo en la boda.
Y ahí radica el problema del gabinete de la Dra. Sheinbaum, mientras el equipo político está trabajando los asuntos de Estado heredados, otros y otras, que son herencia del pasado, no saben cómo transitar hacia el segundo piso de la transformación.
Entre las Alicias Bárcenas que niegan lo evidente, los Adanes Augustos que se pelean en el Senado, un Rutilio Escandón que deja incendiado Chiapas y lo premian al Consulado de Miami, al viejo modo: lo alejan con premio.
El pasado se parece mucho al presente y ante tanto poder, los equipos “salientes” de AMLO que quedaron heredados en el gabinete y el equipo “entrante” se están adaptando.
Lo cierto es que los asuntos torales de Estado no están pasando por los “Obradoristas”, ya hay una diferencia muy grande y ese es el deslinde suave que se empieza a observar.
Si a los obradoristas les dejan las cosas de Estado el país estuviera más incendiado.
Y Trump subiéndole niveles a la conversación.