
Los Mochis, Sin.- La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado preocupación entre los empresarios sinaloenses, quienes advierten sobre el impacto que sus posibles decisiones, como el aumento de aranceles, podrían tener en la economía mexicana y en las relaciones comerciales binacionales.
José Ramos Ortiz, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Los Mochis, enfatizó la necesidad de que el Gobierno Federal adopte un enfoque de negociación con la administración estadounidense.
“México se enfrentará sin duda a importantes retos políticos, económicos y sociales, que el Gobierno Federal lejos de confrontar deberá de jugar un importante papel de negociador con el gobierno estadounidense, pues estas medidas drásticas del presidente Donald Trump como el aumento arancelario afectan no solo a México, sino también a las empresas estadounidenses que tienen relaciones comerciales con nuestras empresas mexicanas, ante este ambiente de incertidumbre debemos actuar tanto el Gobierno Federal, ciudadanos y el empresariado mexicano para implementar políticas públicas que ayuden a minimizar riesgos”.
Por su parte, Víctor Damm Ramírez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Los Mochis, destacó la necesidad de mantener una relación comercial fluida con Estados Unidos.
“Esto implica para México grandes retos en el aspecto económico, político y social y con mucha mano izquierda buscar afinar los puntos que tengan que hacerse para poder llevar como hasta la fecha desde el sentido comercial una buena relación y evitar el incremento de los aranceles también anunciados por el presidente, porque, aunque ellos también dependen de México en muchos aspectos, realmente nosotros necesitamos más de ellos, hay muchos cambios que tiene que hacer México para buscar afinar esas relaciones y evitar un rompimiento que sería catastrófico para nuestro país”.
Ambos líderes empresariales coinciden en que el futuro de la relación bilateral dependerá de la capacidad de México para adaptarse a los cambios y negociar de manera efectiva con la nueva administración estadounidense.
La incertidumbre que se cierne sobre el comercio y la economía mexicana exige una respuesta coordinada y proactiva del gobierno y del sector privado.