
Ayer pudimos ver algo que era raro en los presidentes: reflejos, y es que la presidenta Sheinbaum dio marcha atrás a la reforma del ISSSTE, ya que la base magisterial en todo el país se estaba alborotando porque no compraron dicha reforma. Aunque iba encaminada a la vivienda de los trabajadores del estado y a mejorar los servicios de atención, en lo corto pegaba en los descuentos de las aportaciones y en el aumento del tiempo y la edad del trabajador. Con eso, los maestros decidieron salir a la calle.
Aunque no hubo apoyo de trabajadores de otras instituciones, solamente con la base de los maestros, el gobierno tuvo para retroceder en la intentona y, es qué nadie quiere un conflicto magisterial cuando va a empezando un gobierno.
Van varias escenas donde la presidenta Sheinbaum demuestra reflejos. Lo hemos visto con Trump, donde, a pesar de la relación tóxica del mandatario de la Casa Blanca, pues la mandataria mexicana lo ha pastoreado y ya lleva dos meses aplazando el tema de los aranceles. Algo es algo, pues a otros mandatarios los han hecho morder el polvo.
En el tema de las fosas y Teuchitlán, logró sacar la ficha express, aunque falta ver las reuniones con las madres buscadoras. Mientras Noroña cuestiona la posesión de los zapatos encontrados en el rancho de Teuchitlán, la presidenta habla de que hay que esperar a hoy el informe de la Fiscalía General de la República.
La presidenta ha mostrado, ha maquinado decisiones que le han permitido salir avante en espacios de poco margen, lo que se le ha visto con reflejos, pues también esas decisiones empezamos a verlas en temas de Estado como la agenda de las desapariciones. Al parecer, ya inició, pero las madres buscadoras están buscando respuestas y atención.
Ese es el reflejo que también tiene que mostrar Sheinbaum: que al llegar ella también llegaron las madres buscadoras, y hacer suya la agenda de los desaparecidos.
Hasta ahorita, la presidenta ha mostrado su capacidad de reacción. Esperamos que sobre sus decisiones vaya conformando un gobierno diferente al de hace unos meses y marque su agenda, ritmo y decisiones cada vez más propias, cada vez de ella.
Echeverría llegó con ganas. No dormía para que no se le fuera el poder; López Portillo se bajaba de la guayina en movimiento como demostrando su agilidad; De la Madrid era parco y cuadrado, por eso casi se le va el país de las manos; Salinas tenía reflejos, pero con el tiempo en contra y la legitimidad también; Zedillo jugó para él y con agenda propia; Fox se le quebró la brújula; Peña le pusieron la banda y todo se volvió fiesta y se le cimbró el gobierno; López Obrador llegó por el hartazgo, pero el resentimiento le impedía tener reflejos y detener decisiones. Hoy, al parecer, empezamos a ver algo diferente: se corrigen decisiones. Algo impensable cuando empezó la 4T.
Parece que soplan nuevos vientos. Brújula hay. Esperemos que no haya tormentas, aunque las nubes ahí vienen. Al parecer, reflejos hay.