Reinventando la Política

En el régimen argentino de los 70 en la junta militar, llamado proceso de reorganización nacional, fue una estrategia de las Fuerzas Armadas Argentinas para tomar el poder, luego de que Perón muriera y su viuda asumiera el poder, los militares tomaron el poder e iniciaron un proceso de desapariciones desde las entrañas y las catacumbas del Estado Argentino. Ahí quedaron muchas frases, pero dejo aquí algunas que justificaron la barbarie contra la población por parte de los chacales con uniforme. Aquí las frases de Jorge Rafael Videla sobre los desaparecidos argentinos:
– “Si no están, no existen, y como no existen no están. Los desaparecidos son eso, desaparecidos; no están ni vivos ni muertos; están desaparecidos”.
– “Las desapariciones se dan luego de los decretos del presidente interino Ítalo Luder (peronista, casi seis meses antes del golpe), que nos dan licencia para matar. Desde el punto de vista estrictamente militar no necesitábamos el golpe; fue un error”.
– “Fue un error de nuestra parte aceptar y mantener en el tiempo el término de desaparecido digamos como algo así nebuloso; en toda guerra hay muertos, heridos, lisiados y desaparecidos, es decir, gente que no se sabe dónde está. Esto es así en toda guerra”.
Y he aquí una frase que eriza la piel:
– “Dios sabe lo que hace, por qué lo hace y para qué lo hace. Yo acepto la voluntad de Dios. Creo que Dios nunca me soltó la mano”.
Hoy en nuestro país que vivimos un régimen cívico democrático (militarizado en su operación) estamos viendo la consolidación de un partido en el poder que llegó gracias al hartazgo social y al mal manejado proceso de guerra contra las drogas.
Estamos en una línea del tiempo donde las desapariciones siguen aumentando y ante un evento de un rancho en Jalisco donde se encontró ropa y zapatos recordándonos la imagen del holocausto en la Segunda Guerra Mundial, a lo que un líder senatorial del partido en el poder dijo:
¿Quién dice que esos zapatos son de desaparecidos?
Es el mismo que en Ayotzinapa gritó: Fue el Estado y en Teuchitlán ¿cuestiona la propiedad de 200 pares de zapatos? ¿Qué hubiera pasado en Ayotzinapa si un Emilio Gamboa hubiese cuestionado a los estudiantes de la Normal Isidro Burgos?
“¡Déjenlas a esas lloronas viejas locas! ¡Ya se van a cansar!”, decían los militares de la dictadura argentina.
Y acá en México en el 2025 a las madres buscadoras, ¿cómo las trata el régimen? Es pregunta con riesgo de desaparecer.