En la región rusa de Bélgorod, la corresponsal de guerra de la televisión pública rusa Pervi Kanal, Anna Prokofieva, perdió la vida a causa de la explosión de una mina.
El incidente también dejó herido al camarógrafo, Dmitri Volkov. Según el medio para el que trabajaba, Pervi Kanal, ambos fueron víctimas de una explosión de una mina enemiga.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, acusó a Ucrania de estar detrás del ataque, señalando: “El régimen terrorista de Kyiv destruye deliberadamente tanto a periodistas como a los principios jurídicos internacionales que supuestamente los protegen”.
Prokofieva, de 35 años, era reconocida por su trabajo en Pervi Kanal desde 2023 y por su labor previa en la agencia Russia Today en español. Además, era una activa defensora de la ofensiva rusa contra Ucrania y de la compañía militar privada Wagner.
Este trágico suceso se suma a otras pérdidas en el periodismo ruso, con el reciente fallecimiento de otros dos periodistas tras un ataque con misiles en la provincia ucraniana anexionada por Rusia de Lugansk.
Entre los afectados se encuentran Alexandr Fedorchak, Andréi Panov, Alexandr Sirkeli y Nikita Guldin.
En otro contexto, el martes resultó herido por el impacto de un misil en la región rusa de Kursk el periodista de la agencia TASS, Mijaíl Skrutov.
El fallecimiento de la corresponsal de guerra y los ataques a periodistas en Rusia y Ucrania son un recordatorio de los peligros que enfrentan aquellos que trabajan en zonas de conflicto. Es fundamental garantizar la seguridad de los profesionales de la información en estos escenarios.
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