El Ejército israelí llevó a cabo un bombardeo en el barrio de Al Tuffah, al este de la ciudad de Gaza, que resultó en la trágica muerte de la reconocida fotoperiodista Fátima Hasouna y varios miembros de su familia. Este devastador ataque ha cobrado la vida de diez personas y dejado heridas a otras 13, según reportes locales.
El Centro de Protección de Periodistas Palestinos (PJPC) denunció este crimen de guerra, haciendo hincapié en que “los periodistas son civiles. Atacarlos constituye un crimen de guerra”.
Este horrendo incidente eleva a 212 el número de periodistas muertos en Gaza desde el 7 de octubre, una cifra asombrosa en la historia moderna de los conflictos.
La comunidad internacional ha rechazado este acto atroz y ha exigido una investigación independiente, así como “protección inmediata” para aquellos que trabajan en medios de comunicación en zonas de conflicto. Mientras tanto, la Defensa Civil gazatí ha logrado rescatar seis cuerpos en Al Tuffah y trasladar a ocho heridos a hospitales.
En las últimas 24 horas, los ataques israelíes en Gaza han dejado más de una treintena de fallecidos, con devastadoras consecuencias en diversas zonas de la Franja. Es urgente poner fin a esta escalada de violencia que está cobrando vidas de forma indiscriminada.
Este trágico suceso subraya la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección para los civiles y los periodistas en zonas de conflicto.
La comunidad internacional debe redoblar esfuerzos para garantizar que estos actos no queden impunes, promoviendo la justicia y el respeto al derecho humanitario en todo momento.
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